MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Fósiles de arcosaurios del Triásico, excavados en la década de 1960 en Tanzania, han sido reconocidos formalmente como uno de los primeros miembros conocidos del linaje evolutivo del cocodrilo.
Investigadores de la Universidad de Birmingham, el Natural History Museum y la Universidad Tecnológica de Virginia han llamado al animal Mambawakale ruhuhu. Es uno de los últimos en ser estudiados de una colección de fósiles desenterrados hace casi 60 años de Manda Beds, una formación geológica en el sur de Tanzania.
Los restos, que son el único ejemplo conocido de Mambawakale ruhuhu, incluyen un cráneo parcial, la mandíbula inferior, varias vértebras y una mano. A partir de estos, el equipo de investigación pudo identificar varias características distintivas que lo distinguen de otros arcosaurios encontrados en Manda Beds.
Estos incluían un cráneo grande, de más de 75 cm de largo, y una fosa nasal particularmente grande, así como una mandíbula inferior notablemente estrecha y una fuerte variación en el tamaño de los dientes en la parte frontal de las mandíbulas superiores.
Richard Butler, profesor de paleobiología en la Universidad de Birmingham, dice en un comunicado: «Mambawakale ruhuhu habría sido un depredador grande y aterrador, que vagaba por Tanzania hace unos 240 millones de años. Con alrededor de 5 metros de largo, es uno de los depredadores más grandes que conocemos» de este período.
«Nuestro análisis identifica a Mambawakale como uno de los arcosaurios más antiguos que se conocen y uno de los primeros miembros del linaje que eventualmente evolucionó hasta convertirse en los cocodrilos modernos. Es un descubrimiento emocionante, porque identificar a este animal nos ayuda a comprender la rápida diversificación temprana de los arcosaurios y nos permite agregar un enlace más a la historia evolutiva de los cocodrilos de hoy en día».
El estudio, publicado en Royal Society Open Science, también ata el último cabo suelto de una ambiciosa expedición de fósiles, realizada por científicos como el paleontólogo Alan Charig en 1963. Aunque la mayoría de los hallazgos de esa expedición ahora se han descrito formalmente y catalogado, Mambawakale ruhuhu ha permanecido inédito hasta ahora.
Al nombrar el espécimen, el equipo de investigación buscó reconocer las contribuciones de los tanzanos al éxito de la expedición de 1963, previamente poco reconocidas. El nombre elegido deriva del kiswahili, uno de los idiomas nativos de Tanzania. Mambawakale significa cocodrilo antiguo, y ruhuhu se refiere a la cuenca de Ruhuhu, la región en la que se excavó el fósil.