Jennifer Lopez es muy buena para la megafama.
Puede que suene más como una circunstancia que como una rara habilidad, pero eso es porque ella nunca deja ver el trabajo que hay detrás de eso. Lo mismo ocurre con sus habilidades como heroína de la comedia romántica. Quizá no siempre tiene el mejor material, pero su encanto para este género es innegable e incluso subestimado 25 años después de su papel revelación en “Selena”. La única vez que nosotros, como cultura, parecemos destacar una actuación suya, es cuando está en algo más “serio” como “Out of Sight” (“Un romance peligroso”) o “Hustlers” (“Estafadoras de Wall Street”).
Eso es lo que hace que “Marry Me” («Cásate conmigo»), su nueva comedia romántica con el astro colombiano Maluma en su debut cinematográfico y el veterano de comedias Owen Wilson, sea tan inspiradora. La película se estrena el viernes en Estados Unidos en cines y el servicio de streaming Peacock TV, al día siguiente de su debut en cines de México.
El filme le permite a Lopez adentrarse en su singular experiencia como una persona muy, muy famosa dentro del constructo del género que mejor le queda. Aunque también dice algo el hecho de que ella, como la estrella pop Kat Valdez, sea lo más creíble de toda la película, una fantasía brillante y por encima del promedio sobre las ventajas de un matrimonio arreglado.
“Marry Me” realmente no devela ningún secreto oscuro de la fama, pero sí funciona con el personaje irremediablemente romántico de Lopez dentro del terreno de las películas con clasificación PG-13 (para adolescentes y adultos).
Su Kat es una cantante tipo Lady Gaga que ha tenido mala suerte en el departamento del amor, al menos un divorcio y un matrimonio de 48 horas. Está por casarse con el astro musical Bastian, interpretado por Maluma, quien tiene varias escenas y números musicales en el filme, además de verse muy bien como pareja de JLo. Su boda será vista por 20 millones de personas mientras interpretan su exitoso sencillo “Marry Me”, pero justo antes de que Kat suba al escenario envuelta en impresionantes joyas, ella (junto con el resto del mundo) ve un video de su futuro esposo engañándola. Como ya tiene el vestido de novia y está en pleno show, mira al público y encuentra a Charlie (Wilson), a quien elige para casarse. Es la comedia romántica más preestablecida que haya existido y eso que es una película que presume su amor por el género con referencias claras a clásicos como “Pretty Woman” («Mujer bonita») y “Notting Hill” («Un lugar llamado Notting Hill»).
Aunque no lo sabe cuándo lo elige, afortunadamente para Kat, Charlie es un agradable papá divorciado con una hija de 13 años y un apartamento agradable en Brooklyn, un perro bulldog y un trabajo como maestro de matemáticas en una escuela secundaria. Sus antecedentes son mínimos, su separación fue en buenos términos, no tiene un lado oscuro y sus errores… no son explorados. ¿La conexión eventual e inevitable es creíble? No, para nada. Pero te la crees porque Wilson es encantador como un tipo alicaído y logra suficiente con muy poco.
Dirigida por Kat Coiro, quien hizo el piloto de la brillante serie “Girls5Eva”, y escrita por Harper Dill (“Mindy Project”) y John Rogers (“Catwoman”), “Marry Me” se siente como una creación de aquellos tiempos en los que los estudios gastaban más de 20 millones de dólares en el género. Avanza rápidamente gracias a su elenco, que incluye a Sarah Silverman haciendo un gran trabajo como la compañera de trabajo de Charlie; John Bradley, famoso por “Game of Thrones”, quien tiene una buena presencia como el manager de Kat, Collin; y Michelle Buteau como una asistente muy al estilo de Hollywood.
Hay algunos anuncios de productos colocados de manera graciosa y absurda, y también algunos cameos de celebridades, desde Hoda Kotb hasta Jimmy Fallon (cuyo programa está siempre de fondo en la televisión y cuyo alter ego es mucho más grosero que en la vida real). Por qué James Corden no está en la película es quizá el mayor misterio de todos.
“Marry Me” descansa sobre los hombros de Lopez, quien luce tan brillante y glamorosa como siempre. La estrella de origen puertorriqueño, como dicen, entendió la tarea asignada.
“Marry Me”, un estreno de Universal Pictures y Peacock TV que debuta el viernes en cines y streaming en Estados Unidos, tiene una clasificación PG-13 (que advierte a los padres que podría ser inapropiada para menores de 13 años) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés). Duración: 112 minutos. Dos estrellas y media de cuatro.
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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr.