MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Los requisitos y directrices de capital para los bancos europeos han aumentado ligeramente de cara a 2022, después de que el Banco Central Europeo (BCE) haya concluido su proceso de revisión y evaluación supervisora (PRES) de 2021, cuyos resultados indican que las entidades significativas han mantenido posiciones de capital y de liquidez sólidas, y que la mayoría opera con niveles de capital superiores a los exigidos.
De este modo, los requisitos totales y las directrices de capital han aumentado ligeramente para este año, situándose en una media del 15,1% de los activos ponderados por riesgo, en comparación con el 14,9% en la evaluación PRES de 2020.
Asimismo, el importe medio de los requisitos totales y de las directrices de capital de nivel 1 ordinario (CET1) se ha incrementado hasta situarse en torno al 10,6% de los activos ponderados por riesgo, desde el 10,5%.
El incremento marginal del capital total se debe a los requisitos de capital del Pilar 2 (P2R), que han aumentado desde el 2,1% hasta el 2,3% como consecuencia principalmente de la introducción de un requerimiento específico impuesto a las entidades que no han constituido provisiones suficientes para cubrir el riesgo de crédito derivado de préstamos dudosos (NPL) concedidos antes del 26 de abril de 2019.
De este modo, las entidades que aborden activamente su déficit de provisiones de acuerdo con las expectativas del BCE, podrán reducir con rapidez ese nuevo recargo durante 2022 sin esperar a la próxima evaluación PRES.
Asimismo, las directrices del Pilar 2 (P2G), que engloban los riesgos indicados por los resultados de las pruebas de resistencia, han aumentado 0,2 puntos porcentuales hasta situarse en el 1,6%, desde el 1,4%.
En consonancia con las medidas de flexibilización adoptadas por el BCE, las entidades pueden utilizar plenamente sus colchones de capital o su P2G hasta el final de 2022.
En este sentido, el BCE espera que, no más tarde del 1 de enero de 2023, las entidades operen a un nivel superior al de su P2G actual, después de anunciar este jueves que no extenderá las medidas de alivio de capital y apalancamiento introducidas durante la pandemia.
«En general, estamos satisfechos con la forma en que las entidades de crédito han operado hasta ahora durante la pandemia. Han contribuido a la resiliencia de la economía de la zona del euro y han seguido concediendo crédito a los hogares y a las empresas», manifestó Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE.
«No obstante, el impacto de la pandemia en la economía aún no ha finalizado. Las entidades deben seguir prestando atención a las posibles consecuencias para su balance y reforzar, en particular, sus marcos de control de riesgos y de gobernanza», añadió el italiano.