La agencia para los Refugiados de la ONU cifra en 440.000 los desplazados internos tras el golpe de Estado
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado este viernes que intensificará sus operaciones de respuesta humanitaria en Birmania, donde el número de desplazados internos alcanza ya los 800.000, el doble de los existentes antes del golpe de Estado militar de febrero de 2021.
El portavoz de ACNUR, Matthew Saltmarsh, ha constatado un rápido deterioro de la seguridad en el país, donde el conflicto armado que involucra al Ejército contra los grupos rebeldes separatistas y de resistencia «se está recrudeciendo y no presenta indicios de detenerse».
Es más, las predicciones que baraja la agencia de la ONU para los desplazados auguran «una aceleración en la tendencia de desplazamientos de cara a las próximas semanas y meses», habida cuenta de que 440.000 personas han abandonado sus hogares en los últimos 12 meses, frente a las 370.000 de las que se tenía constancia hasta el golpe militar.
Así pues, «ACNUR y sus socios han comenzado a expandir sus operaciones y a desplegar recursos adicionales para asistir a la mayor cantidad posible de desplazados, en una ayuda que será compaginada con la proporcionada por las comunidades locales».
La situación es particularmente grave en el sureste del país, concretamente en los estados de Kayin, Kayah, Mon y Shan, donde se encuentran más de la mitad de estos desplazados que han huido de los combates concentrados en el norte del país, donde hay otros 190.000 desplazados en el estado de Chin y en las regiones de Magway y Sagaing.
ACNUR denuncia además que el acceso humanitario a muchas partes del país permanece restringido por la inseguridad, los bloqueos en las carreteras y las dificultades a la hora de obtener permisos de entrada, lo que está dejando el grueso de las operaciones de ayuda en manos de comunidades locales, «actores principales en la asistencia a las poblaciones desplazadas».
ACNUR lleva meses distribuyendo artículos de emergencia humanitaria, como tiendas de campaña, cocinas portátiles, equipo de protección contra el coronavirus y protecciones contra las bajas temperaturas, y abierto recientemente una base temporal de operaciones en la zona de Taunggyi para coordinar las operaciones de emergencia, principalmente en el estado de Shan.
Con todo, la situación humanitaria en Birmania sigue siendo extremadamente precaria. Los precios de los bienes de primera necesidad siguen subiendo mientras disminuyen las oportunidades de trabajo, lo que obliga a los desplazados a depender con cada vez mayor asiduidad de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
ACNUR estima en unos 50 millones de euros el coste de sus operaciones humanitarias para atender a las comunidades vulnerables de Birmania en 2022, no solo para los desplazados sino para también los más de 600.000 integrantes de la minoría musulmana rohingya que todavía siguen en el país después del éxodo protagonizado en 2017 por esta población hacia Bangladesh, principalmente, tras una campaña de persecuciones de los militares birmanos que organizaciones internacionales investigan como un posible delito de genocidio.
