MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El movimiento separatista rebelde del Ejército de Independencia de Kachin (KIA, por sus siglas en inglés) ha denunciado en las últimas horas una acumulación de efectivos del Ejército birmano en este estado del norte del país, donde guerrillas separatistas y autodenominados grupos de resistencia combaten desde hace meses contra las fuerzas militares golpistas, y «en cualquier momento podría comenzar» una batalla a gran escala.
El portavoz del KIA, coronel Naw Bu, ha avisado de que el Ejército está acumulando personal en cinco municipios del estado — Hpakant, Mansi, Mohnyin, Putao y Sumprabun –, e incrementado sus bombardeos contra las fuerzas combinadas que conforman los grupos rebeldes y de resistencia.
«El KIA está listo para combatir en el frente», ha declarado el coronel a raíz de la escalada de operaciones que comenzó el 1 de febrero, después de que el KIA y los comités de resistencia de Putao tomaran el control de una base paramilitar. El pasado lunes, el Ejército birmano desplegó a 200 efectivos en los alrededores para recuperar el terreno perdido.
«La situación es ahora muy tensa en esas zonas. Las fuerzas de la Junta han avanzado hacia Long Sha Yan sin parar y no parece tener la intención de dar la vuelta, lo que da a entender que han recibido refuerzos», según informa el coronel, en declaraciones recogidas por el portal de noticais ‘Myanmar Now’.
Se cree que estos apoyos proceden de la Tsum Pi Yang, una localidad estratégica entre Putao y la capital del estado, Myitkyina, separadas por unos 80 kilómetros de distancia.
Los combates también se han recrudecido en la vecina región de Sagaing, en el oeste del país, fronteriza con India. Allí, según informaciones de grupos de resistencia, medio centenar de militares birmanos habrían muerto durante combates en los municipios de Taze, Mingin y Myaung, según han informado fuentes de los respectivos grupos de resistencia en estas zonas al portal de noticias The Irrawaddy, vinculado con la oposición al régimen golpista.
Los enfrentamientos más cruentos tuvieron lugar en Taze. Allí, un ataque guerrillero contra una estación de Policía habría causado la muerte a unos 40 efectivos de las fuerzas de seguridad de la junta birmana. Dos combatientes de la resistencia resultaron heridos. El Ejército birmano casi nunca se pronuncia sobre este relato guerrillero y rara vez da cifras de víctimas sobre el conflicto que estalló en el país tras el 1 de febrero del año pasado.
Birmania se encuentra ahora bajo estado de emergencia después de las detenciones de los principales líderes y miembros del antiguo partido gobernante Liga Nacional para la Democracia (NLD), entre ellas la de la activista y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y ha sido escenario desde entonces de nuevas olas de desplazamientos internos y éxodos internacionales.
La represión ha agravado la crisis humanitaria y está en el punto de mira de las organizaciones internacionales por su carácter indiscriminado. Según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos, más de 1.500 personas han muerto por la represión militar en el primer año tras el golpe de Estado y casi 12.000 han sido detenidas. De acuerdo con Naciones Unidas, al menos 114 menores de edad han muerto durante 2021 por la represión violenta de las fuerzas de seguridad.