MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, se ha mostrado este viernes «profundamente estremecida» por los relatos de violaciones que varias mujeres de Etiopía han decidido contarle durante su viaje oficial al país africano esta semana.
En una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Mohammed ha confesado que durante su viaje al país tuvo que «tragar saliva y contener las lágrimas» tras conocer la historia de varias mujeres, algunas de las cuales fueron violadas incluso delante de sus hijos.
«Escuché a mujeres que no sé cómo se las arreglaron para contarnos de nuevo las historias de las atrocidades que se cometieron contra ellas, ya fueran violaciones en grupo o violaciones de mujeres que acababan de salir de cesáreas o que habían sufrido estas violaciones delante de sus hijos», ha relatado la vicesecretaria de la ONU.
«Hablé con una mujer joven que tenía un niño de tres o cuatro años, que fue violada frente a su hijo (…) va a hacer falta un proceso de curación de por vida para muchas, muchas mujeres y niños en Etiopía», ha opinado la vicesecretaria de la ONU.
Según Mohammed, las hostilidades derivadas de la guerra iniciada en noviembre de 2020 las sufren de una «manera inimaginable» las mujeres. «Ni en tus peores pesadillas puedes imaginar lo que les ha ocurrido a las mujeres en Etiopía», ha asegurado.
En su visita al país, Mohammed se reunió con el líder del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), Debretsion Gebremichael, y otros líderes regionales, según recogió el diario ‘Addis Standard’.
La vicesecretaria general de Naciones Unidas apuntó en una breve aparición ante la prensa durante su viaje que «la paz es indispensable» en el país africano y reiteró que el precio por el conflicto es «demasiado alto», mientras que lamentó que los niños y las mujeres sean «los más vulnerables» en este contexto.
Más de nueve millones de personas de las tres regiones del norte del país afectadas por el conflicto requieren de asistencia humanitaria para alimentarse, el número más alto desde que comenzó el conflicto.
