CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México ha reconocido que el gobierno de Estados Unidos suspendió todas las importaciones de aguacates mexicanos después de que un inspector estadounidense de sanidad en una planta mexicana recibió una amenaza.
La sorpresiva suspensión se confirmó el sábado por la noche en vísperas del Super Bowl, la mayor oportunidad de ventas del año para los productores mexicanos de aguacate.
Las exportaciones de aguacate son la última víctima de las batallas territoriales de los cárteles de la droga y la extorsión de los productores de aguacate en el estado occidental de Michoacán, el único estado de México totalmente autorizado para exportar al mercado estadounidense.
El gobierno estadounidense suspendió todas las importaciones de aguacates mexicanos “hasta nuevo aviso”, dijo la Secretaría de Agricultura de México en un comunicado.
“La autoridad sanitaria estadounidense hoy hizo del conocimiento al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) que tomó la determinación luego de que uno de sus oficiales, quien realizaba la labor de inspección en Uruapan, Michoacán, recibió una llamada de amenaza a su teléfono celular oficial”, escribió la dependencia mexicana.
Debido a que Estados Unidos también cultiva aguacates, sus inspectores trabajan en México para garantizar que los aguacates exportados no porten enfermedades que puedan dañar los cultivos en Estados Unidos.
Fue hasta 1997, que Estados Unidos levantó una veda a los aguacates mexicanos vigente desde 1914 para evitar que una variedad de gorgojos, costras y plagas ingresaran a los huertos estadounidenses.
Los inspectores trabajan para el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
No es la primera vez que la violencia en Michoacán —donde el cártel de Jalisco libra guerras territoriales contra pandillas locales conocidas como Cárteles Unidos— ha amenazado a los aguacates, el cultivo más lucrativo del estado.
Después de un incidente en 2019, el USDA había advertido sobre las posibles consecuencias de atacar o amenazar sus inspectores.
En agosto de ese año, un equipo de inspectores estadounidenses fue “amenazado directamente” en Ziracuaretiro, un pueblo al oeste de Uruapan. Si bien la agencia no especificó qué sucedió, las autoridades locales dijeron que un grupo criminal asaltó a punta de pistola el camión en el que viajaban los inspectores.
Los aguacateros de Michoacán dicen que grupos de narcotraficantes los amenazan a ellos o a sus familiares con secuestro o muerte a menos que paguen dinero por protección, que a veces asciende a miles de dólares por acre.