MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado, citando a fuentes «de toda confianza», que al menos 113 civiles, entre ellos 53 mujeres, se encuentran bajo detención ilegal en una cárcel próxima a la ciudad siria de Afrin, cerca de la frontera noroccidental del país, y ahora mismo bajo ocupación turca.
De acuerdo con las fuentes del Observatorio en el interior del país, las autoridades de la cárcel de Rajú ejercen «todo tipo de extorsiones» contra los detenidos, obligados a comprar bienes de primera necesidad en la prisión a seis veces el precio de mercado.
«Estos detenidos permanecen allí sin conocer sus cargos o bajo débiles acusaciones, como intentar escapar a Turquía de la guerra en este país», lamenta el Observatorio.
Los detenidos en estas prisiones «están sufriendo condiciones humanitarias terribles, ya que muchos de ellos no pueden comprar comida y bebida a sus expensas y sus familiares que vinieron a visitarlos dentro de la prisión se ven obligados a pagar dinero por cada minuto de la visita», según la ONG.
La organización denuncia por último que esta situación se está repitiendo en al menos una veintena de cárceles distribuidas por toda la zona, bajo control de Turquía y sus fuerzas aliadas desde 2018 como parte de una inciativa de Ankara contra las milicias kurdas de la zona, enfrentadas al Gobierno desde hace años.
Desde entonces, otras organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado que «las fuerzas turcas están dando rienda suelta a los grupos armados sirios para que cometan graves abusos contra los derechos humanos de la población civil».
Por todo ello, el Observatorio pide a Naciones Unidas y a la Unión Europea que formen un comité para supervisar la situación de los Derechos Humanos en las cárceles de Siria y pide que se ejerza presión sobre el Gobierno turco como «potencia ocupante y sobre sus facciones sirias para que detengan las violaciones contra los civiles en las zonas bajo su control, en particular Afrin y sus zonas rurales».
