MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Federación de la Policía Metropolitana, una asociación que agrupa a más de 31.000 agentes de Londres, ha asegurado este lunes que no tiene «fe» en el alcalde de la capital británica, Sadiq Khan, después de la dimisión de la jefa del cuerpo, Cressida Dick.
La asociación se ha expresado en estos términos debido a la «expulsión muy pública» de Dick por parte de Khan, de quien han asegurado que sus comentarios han «socavado el trabajo profesional, dedicado e increíblemente difícil de cientos de miles» de agentes.
En un comunicado, el líder de la Federación de la Policía Metropolitana, Ken Marsh, ha afirmado que estas palabras no se han pronunciado «a la ligera» y ha censurado que la «atmósfera» contra los agentes es «horrenda».
«Los agentes de Londres se sienten tristes y enfadados porque se haya echado a Dick en la forma en la que se le echó», ha continuado, antes de remarcar que la antigua jefa de Scotland Yard «estaba reformando y cambiando» la cultura policial. «La cultura está cambiando», ha sostenido, remarcando su «profunda decepción» con Khan.
«El duro trabajo de nuestros colegas –y la confianza pública en nuestros colegas– está siendo socavada por los políticos. Y por el alcalde de Londres en particular», ha insistido, al tiempo que ha garantizado que la Federación continuará levantando la voz por sus colegas. «Han sido olvidados por nuestro alcalde electo. Es suficiente. Los agentes no tienen fe en Sadiq Khan», ha dicho Marsh.
Dick presentó su dimisión el jueves, poco después de que Khan le mostrara su rechazo a cómo había manejado una serie de escándalos dentro de la Policía Metropolitana.
Una investigación llevada a cabo por un organismo de control de la Policía Metropolitana publicada a principios de febrero reveló un abanico de comportamientos negativos en agentes de la institución, incluido racismo, misoginia, acoso y la publicación de mensajes ofensivos en redes sociales, algo por lo que Khan mostró su «disgusto». El análisis se ha conocido después de otras polémicas en el seno de la Policía, el asesinato de Sarah Everard por parte del agente Wayne Couzens.
En este sentido, Marsh ha asegurado que los agentes están «asqueados» por el «muy pequeño número de incidentes» hechos públicos durante los últimos meses, pero ha defendido que no reflejan a todo el cuerpo y que los agentes «no quieren a estos individuos» en Scotland Yard.