DES MOINES, Iowa, EE.UU. (AP) — Granjas de pollo y pavo en Estados Unidos están en alerta e incrementando su bioseguridad por temor a que se repita el brote de gripe aviar de 2015 que mató a 50 millones de aves en 15 estados y le costó al gobierno federal casi 1.000 millones de dólares.
Los nuevos temores son causados por el anuncio el 9 de febrero de que el virus infectó una viga de pavos en Indiana. Los 29.000 pavos en la granja fueron sacrificados para prevenir la diseminación del virus.
La industria avícola y funcionarios del gobierno dicen que tienen planes para frenar más rápidamente la diseminación, aprendidos del brote de 2015, pero pidieron cautela, toda vez que la variante actual del virus es potencialmente fatal. Los precios de los huevos, el pavo y el pollo pudieran subir y la disponibilidad bajar si la infección llega a suficientes granjas.
“Definitivamente es considerado un período de gran riesgo ahora que tenemos un caso confirmado de gripe aviar altamente contagiosa en la industria avícola comercial”, dijo la doctora Denise Heard, veterinaria y vicepresidenta de investigaciones para la Asociación de Aves de Corral y Huevos de Estados Unidos. “Me siento optimista de que podemos responder mejor a esta situación y espero que este sea un caso aislado, pero debemos prepararnos para lo peor”.
El brote del 2015 llevó a los productores a sacrificar 33 millones de gallinas en Iowa, el principal productor de huevos en el país, y 9 millones de aves en Minnesota, el mayor productor de pavo, con brotes menores en Nebraska, Dakota del Sur y Wisconsin. La enfermedad causó un alza considerable de los precios de los huevos y la carne de pavo durante meses. El precio de los huevos llegó a subir 61% y el de la pechuga de pavo 75% entre mayo y julio del 2015.
Los brotes fueron considerados el desastre de salud animal más costoso en la historia de Estados Unidos, costándole al gobierno casi 1.000 millones de dólares para deshacerse de las aves y en pagos de indemnización a los productores.
La variante actual es H5N1 y está relacionada con la de 2015. Circula desde hace meses en Europa y Asia y fue detectada en aves silvestres en Canadá hace unas pocas semanas y en una viga comercial una semana antes de que se identificase el primer caso en Estados Unidos.