BRUSELAS, 15 (EUROPA PRESS)
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha alabado este martes la unidad con la UE para adoptar junto a Reino Unido y otros socios sanciones a Rusia, en caso de que invada Ucrania, pero ha reclamado más contundencia a la respuesta europea.
En una llamada telefónica, Johnson y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, han tratado la «estrecha cooperación» hasta el momento para preparar las sanciones contra Rusia y han indicado que Londres y Bruselas deben seguir cooperando ante la «grave situación» en Ucrania, señalando que la comunidad internacional debe permanecer «vigilante a las próximas horas y días».
Pese a las palabras de agradecimiento, el ‘premier’ británico ha reclamado a la UE más contundencia en su respuesta a Rusia. «(Johnson) Ha dado la bienvenida a la unidad de los aliados, pero ha dicho que se puede hacer más para endurecer las medidas coordinadas», ha indicado un comunicado de Downing Street.
De esta forma, ha pedido mas implicación a la UE ante el desafío que representa el despliegue ruso a la seguridad europea. Durante la crisis, Londres ha encarnado la línea dura contra Moscú y ha sido de los Gobiernos que más ayuda ha prestado a Kiev, reforzando igualmente su presencia militar en el este de Europa bajo el paraguas de la OTAN.
El contacto llega en medio de los esfuerzos de Bruselas para elaborar un paquete de sanciones en respuesta a una eventual acción militar rusa, un paquete que, sin embargo, sigue generando división entre Estados miembros por el impacto que tendría en la propia economía europea, lo que está demorando la conclusión de las mismas.
Este martes, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha asegurado que el trabajo para definir las eventuales sanciones «está en marcha» y abarca «un amplio rango de áreas» entre las que enumeró la financiera, la económica y la comercial, incluido el «control de exportaciones».
Por otro lado, en la llamada a Von der Leyen, el primer ministro británico ha aprovechado para tratar los problemas relativos a la aplicación del protocolo de Irlanda del Norte y la necesidad de tomar medidas para garantizar el acuerdo de Viernes Santo «en todas sus dimensiones», acordando seguir las conversaciones a este respecto.