MADRID, 16 Feb. (EDIZIONES)-
Samu Riitala, de 23 años, de Espoo (Finlandia), y su perro Gabi salieron a pasear después de un día especialmente nevado. Samu tiene a Gabi desde hace casi tres años.
Samu nunca vio a Gabi tan entusiasmado por pasear en la nieve. Gabi, se revolcó en la nieve como la mayoría de los perros hacen con la hierba. El Pumi de dos años y medio, hundió su hocico en la espesa nieve, se estiró y se retorció intensamente.
«A Gabi le encanta resoplar y comer nieve y meter la cara en ella», afirmó Riitala.