MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha avanzado que la Estrategia en Salud Cardiovascular (ESCAV) del Sistema Nacional de Salud (SNS), cuyo borrador se trasladó a las comunidades autónomas en julio de 2020, se va a aprobar «en breve».
Tal y como ha explicado este miércoles la ministra durante su intervención en la presentación del informe ‘La situación de las enfermedades cardiovasculares en España’, de la Fundación Alternativas, el principal objetivo del plan es desarrollar actuaciones que permitan un abordaje integral de la salud cardiovascular.
Para ello, recoge la promoción de intervenciones que reduzcan la incidencia, morbilidad y mortalidad de la enfermedad cardiovascular en España. También persigue mejorar los resultados de la atención sanitaria y prevenir la discapacidad y mejorar la calidad de vida y bienestar de los pacientes y sus familiares.
La perspectiva de la ESCAV está centrada en la atención a las personas y tiene un diseño y una metodología multidisciplinares. Además, se sustenta en ejes vertebradores que permiten contemplar tanto un abordaje general de la salud cardiovascular como su aplicación a condiciones y patologías concretas que requieren actuaciones específicas. Cuatro de ellas han sido elegidas en esta estrategia por su prevalencia o impacto social: cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias y valvulopatías.
La estrategia prioriza líneas de actuación como la reducción del tabaquismo, la promoción de actividad física y la alimentación saludable, el empoderamiento de la ciudadanía en salud cardiovascular y la mejora del control de la hipertensión arterial. También incluye propuestas de mejora en diagnóstico precoz, atención sanitaria en red, unidades multidisciplinarias y de rehabilitación cardiaca.
Se ha prestado atención a la importancia de la equidad en salud por género, proponiéndose mejoras en la promoción del conocimiento y el autocuidado de la salud cardiovascular en la mujer, la formación de los especialistas en los aspectos de género y salud cardiovascular y la realización de estudios epidemiológicos que evalúen el impacto de sexo y genero en la salud cardiovascular.
«La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en nuestro país, en un contexto europeo y también mundial. A pesar de que la tasa de mortalidad ha ido disminuyendo progresivamente, nos enfrentamos a los retos para que no se produzca una estabilización», ha resaltado la ministra.
Darias ha apuntado que se han producido «muchos avances» en el Sistema Nacional de Salud, que han «permitido hacer frente a los riesgos de estas ECV». Sin embargo, ha advertido de que «la cronicidad es una de las prevalencias mayores en el sistema».
Por ello, ha admitido que «el reto para todo el Sistema Nacional de Salud es que además de vivir más, vivamos mejor». «Estas circunstancias nos tienen que obligar y de hecho, nos obligan, a replantearnos el abordaje de muchas enfermedades, entre ellas las ECV», ha indicado.
LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES EN ESPAÑA
Tras dos años de convivencia con la COVID-19 y con sus consecuencias sobre la salud de los ciudadanos (particularmente, los de mayor edad), las enfermedades cardiovasculares han seguido siendo la principal causa de mortalidad en España.
En el año 2020, un 24,3 por ciento de los fallecimientos fueron atribuibles a patologías del sistema circulatorio. Pero mientras que el coronavirus será un virus endémico y controlado en los próximos años, no ocurrirá así con las consecuencias del envejecimiento y la cronicidad en España y su consecuente impacto sobre las enfermedades circulatorias.
El riesgo y la prevalencia de las ECV aumentan con la edad y con el deterioro funcional inevitablemente asociado al envejecimiento. Por ello, el informe alerta de que «los cambios en los patrones demográficos que se esperan en España a lo largo de este siglo, con un gran aumento del número de personas ancianas en comparación con los jóvenes y una reducción muy significativa de la población total, deben alertarnos sobre la importancia de comprender la magnitud del reto de las enfermedades crónicas».
UNA POSIBLE «ESTABILIZACIÓN» EN LA MORTALIDAD POR ECV
El informe se ha realizado con la recopilación de información epidemiológica disponible sobre prevalencia, incidencia, distribución por sexo-edad, localización geográfica y evolución en el tiempo a partir de artículos publicados en revistas científicas, estadísticas demográficas del Instituto Nacional de Estadística (INE) o informes de entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunos de los resultados más destacados es que se están produciendo tres fenómenos en cuanto a la mortalidad en ECV al mismo tiempo: una disminución de la mortalidad por enfermedad coronaria e ictus en los últimos 50 años; un aumento «preocupante» de la mortalidad prematura en menores de 70 años; y una mayor supervivencia de los pacientes cardiovasculares.
Por otro lado, según ha contado Rafael Gabriel, profesor en la Escuela Nacional de Sanidad y coautor del documento, se está produciendo un «aumento preocupante» de la prevalencia de obesidad y de diabetes, así como una serie de desigualdades de género, edad y geográficas en las enfermedades cardiovasculares.
En base a toda esta información, ha advertido de que se podría producir una «estabilización» en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares que rompiera con la tendencia de descenso que se ha producido en las últimas décadas.
PROBLEMAS (Y SOLUCIONES) PARA LA SALUD CARDIOVASCULAR EN ESPAÑA
De acuerdo con la opinión de Rafael Gabriel, los problemas que afectan negativamente a la salud cardiovascular de la población española son, en primer lugar, la «alta proporción» de fumadores, especialmente entre jóvenes y mujeres.
Asimismo, ha detallado que existe una «prevalencia creciente» de obesidad, tanto infantil como adulta; así como un «bajo nivel» de actividad física; un «elevado» consumo de alcohol; y la «pérdida» del patrón de dieta mediterránea entre los jóvenes. De la misma forma, el experto ha defendido la necesidad de «mejorar aún más los niveles de detección y de control de factores como la diabetes y la hipertensión».
El informe también realiza una serie de recomendaciones para mejorar esta situación, como realizar programas de cribado de los principales factores de riesgo cardiometabólicos de manera armonizada y consensuada entre CCAA, mediante su inclusión sistemática en la historia clínica electrónica de Atención Primaria.
Asismimo, apuestan, entre otras medidas, por promocionar estudios de cohorte naciones y megaensayos clínicos poblaciones para conocer mejor la distribución de las ECV y la efectividad de las medidas de prevención primaria; así como implantar sistemas centinelas y de vigilancia epidemiológica «armonizados» para monitorizar de forma continuada los cambios en la comunidad.
El profesor Rafael Bengoa, codirector de SI-Health y coautor del documento, ha denunciado que España «no está actuando con suficiente energía sobre los factores de riesgo». «Tenemos que recuperar el descenso de esa curva de mortalidad», ha reivindicado.
Para ello, ha planteado promover la medicina personalizada en las ECV, la estratificación de pacientes para poder actuar sobre los que tienen más riesgo o expandir la salud digital y la medicina no presencial.
Bengoa ha recordado que España «dispone de numerosos activos» para lograr este cambio, así como de estructuras como la Atención Primaria y los hospitales. Igualmente, ha señalado que «existen experiencias innovadoras» en nuestro país en este sentido.