MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha denunciado este martes amenazas e intimidación hacia intérpretes y periodistas que informan en la frontera de Polonia con Bielorrusia sobre los Derechos Humanos de los migrantes y solicitantes de asilo.
«Recibo varios informes de hostigamiento por parte de defensores de Derechos Humanos que ayudan a los migrantes y documentan las violaciones en su contra en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, y estoy profundamente preocupada por esta práctica», ha dicho la relatora especial de la ONU que examina la situación de los defensores de los Derechos Humanos, Mary Lawlor.
Además, ha pedido a Polonia que investigue todas las denuncias de hostigamiento, así como que asegure el acceso de los periodistas y trabajadores humanitarios a la zona fronteriza asegurándose de que puedan trabajar de forma libre y segura.
En concreto, según los informes recogidos por la ONU, el intérprete Jakub Sypianski, que ayuda a migrantes y solicitantes de asilo, fue detenido en noviembre de 2021 por soldados armados –no identificados– y obligado a salir de su coche mientras conducía dirección a su residencia.
En paralelo, varios periodistas que informaban de la llegada de migrantes en la frontera, entre los que se encontraban Maciej Moskwa y Maciej Nabrdalik, fueron detenidos, registrados y esposados por soldados armados no identificados, que también examinaron sus fotos y documentaron sus mensajes telefónicos y llamadas entrantes.
Además, los periodistas Olivia Kortas y Christoph Kürbel, junto con dos residentes locales polacos, fueron presuntamente hostigados por soldados mientras filmaban un documental sobre la situación de los Derechos Humanos de los migrantes en la frontera.
«Los informes de que estos periodistas están siendo perseguidos por documentar tales violaciones de los Derechos Humanos son espantosos», ha resaltado la relatora especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de opinión y expresión, Irene Jan.
«Su trabajo es crucial para el acceso de todos a la información sobre la situación que se desarrolla en la frontera. Si no se les permite hacer su trabajo, hay consecuencias muy graves para los derechos humanos de los migrantes», ha agregado.
Así, Lawlor ha pedido a Polonia que tenga en cuenta que «los intérpretes y periodistas, junto con médicos, abogados y otras personas que trabajan o que brindan ayuda humanitaria, son defensores de los Derechos Humanos», por lo que el país debe «garantizar que puedan llevar a cabo su trabajo legítimo en un entorno seguro y propicio y con pleno acceso a la zona fronteriza».