La cumbre llega en plena convulsión en el Sahel y con la presencia militar de la UE en el aire
BRUSELAS, 16 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea y la Unión Africana aspiran a relanzar sus relaciones en la sexta cumbre de líderes europeos y africanos que juntará en Bruselas a unos 70 mandatarios con el objetivo de cerrar inversiones en proyectos clave para el desarrollo de las naciones africanas y para posicionar a Europa en el continente.
Con este espíritu, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció desde Senegal que en los próximos siete años la UE destinará a África 150.000 millones de euros del plan global de infraestructuras, esto es la mitad de un plan que espera movilizar en total 300.000 millones.
La cumbre contará con los 27 líderes de la UE y unos 40 por parte de la Unión Africana. Países donde se han producido recientes golpes de Estado como Malí, Sudán, Guinea y Burkina Faso no estarán en la mesa, pero sí se espera la presencia del presidente etíope, Abiy Ahmed, en plena guerra civil, o el reencuentro de Marruecos y el Frente Polisario.
Ante la gran cantidad de delegaciones, la organización ha optado por dividir la cumbre en siete mesas temáticas, todo con la idea que países con intereses comunes tengan un debate más ágil y avancen en compromisos concretos en materia de desarrollo económica, paz y seguridad, transporte y conectividad e integración económica.
Esta apuesta por fuertes inversiones en proyectos concretos se percibe como un intento de Europa de ganar terreno en África y contrarrestar la creciente influencia de Rusia y China en el continente, pese a que la UE es la mayor potencia humanitaria y cuenta con 11 de sus misiones militares en el continente.
«Está en juego el conjunto de valores y ahora mismo no está claro qué modelo de Gobierno va a prevalecer en África», señaló el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en las jornadas previas, pidiendo un enfoque mas «geopolítico» hacia África y recalcando el «valor añadido» que representa la UE con respecto a otras potencias.
Sobre la lluvia de inversiones europeas, se espera que las infraestructuras, los programas de conectividad y la mejora de los sistemas de educación y sanidad sea las áreas prioritarias. En el margen de la cumbre se espera cerrar igualmente un paquete de 20.000 millones solo en subvenciones, que correría a cargo de los Estados miembros para impulsar proyectos clave, han señalado fuentes europeas.
También se prevé un compromiso en materia de vacunas, con la idea de que Europa distribuya 450 millones de dosis con el continente vecino para mediados de verano, han indicado un funcionario comunitario, pese a que la cifra actual de dosis repartidas es de solo 148 millones.
EL DILEMA DE LA UE EN EL SAHEL
En todo caso, la cumbre llega en plena convulsión en el Sahel por los golpes de Estado en Burkina Faso y Mali, este ultimo país ha protagonizado continuos choques con países de la UE lo que deja en el aire la presencia militar europea.
Además preocupa el avance de Rusia en la zona y las consecuencias que tendría un vacío de poder en Malí si los países europeos dejan el país. Varias fuentes apuntan a que la cuestión se colará en la cumbre, previsiblemente en la mesa de seguridad que coliderará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a los dirigentes de Mauritania y Ghana.
Frente a las intenciones de Francia de reorganizar sus tropas en el Sahel, España defiende, al igual que la UE, que se mantenga la misión de adiestramiento militar al Ejército maliense si se garantizan las condiciones de seguridad. A este efecto, Borrell ha enviado una misión técnica para estudiar la situación en el terreno, todo como parte del ejercicio conjunto de la UE para abordar el futuro de la operación.
Fuentes diplomáticas señalan que el país no puede quedar desguarnecido y advierten de que otra potencia ocupará el lugar de la UE si sale de Malí. En este debate resuena la crisis vivida en Afganistán el pasado verano cuando la salida de las tropas internacionales provocó la pronta caída del país en manos de los talibán.
Otra de las mesas en las que participará Sánchez es la de migración, un debate en el que España se centrará en promover la cooperación con los países de origen para poner coto a la redes de traficantes.