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‘Tiempo de destrucción’, la novela de Martín-Santos que lucha contra su “Leyenda Negra” casi 50 años después

La editorial Galaxia Gutenberg recupera una nueva edición de ‘Tiempo de destrucción’, novela póstuma de Luis Martín Santos que vio la luz en 1975 y que ahora regresa de la mano de los hijos del autor –y con edición de Mauricio Jalón– para superar “la Leyenda Negra” que arrastra esta obra que pasó desapercibida en su tiempo.

EUROPA PRESS (EUROPA PRESS/Europa Press)

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

La editorial Galaxia Gutenberg recupera una nueva edición de ‘Tiempo de destrucción’, novela póstuma de Luis Martín Santos que vio la luz en 1975 y que ahora regresa de la mano de los hijos del autor –y con edición de Mauricio Jalón– para superar «la Leyenda Negra» que arrastra esta obra que pasó desapercibida en su tiempo.

«Esta obra se publicó once años después del fallecimiento de mi padre y nosotros éramos unos niños, estábamos en shock. Había una Leyenda Negra en torno a la novela y, ahora en la distancia, hemos hecho un trabajo con casi 1.000 folios. Esto termina de disipar todas las dudas», ha señalado uno de los hijos del escritor, Luis Martín-Santos.

Dos años después de la publicación de ‘Tiempo de silencio’, novela que revolución las letras españolas, Martín-Santos falleció en un accidente de tráfico. Había dejado preparado gran parte de su siguiente obra, ‘Tiempo de destrucción’, que el propio escritor consideraba aún más importante que su obra anterior.

«Era el gran proyecto literario de mi padre, porque aunque irrumpe en la literatura con ‘Tiempo de silencio’, en esta última novela tenía todas sus esperanzas puestas», ha asegurado su hijo. Fue Carlos Barral el encargado de preparar un estudio crítico los meses siguientes a la muerte del autor y quien trabajó con los originales junto a la viuda de Martín-Santos e incluso su gran amigo, el cineasta Mario Camus.

Sin embargo, diversas complicaciones llevaron a que ‘Tiempo de destrucción’ no viese la luz hasta el año 1975, con edición de un por entonces principiante José Carlos Mainer y ya con Barral fuera de su propia editorial. «La historia da para un musical», ha bromeado el hijo de Martín Santos.

«Hubo también una publicación previa de ‘Apólogos’ con algunos fragmentos ya incluidos, pero era un poco ‘sui generis’, y luego otra reedición sin tocar un ápice en 1998, pero nosotros siempre estuvimos con la mosca detrás de la oreja y queríamos una edición como esta, dándole la vuelta a la obra», ha señalado Martín-Santos.

LOS HIJOS, EN «SHOCK»

A la pregunta de por qué se ha tardado tanto en llegar a esta edición que consideran «definitiva», los hijos del escritor reconocen que tuvieron que superar «un periodo de ‘shock'» –su madre había fallecido once meses antes de este accidente de tráfico–.

«Realmente, recogimos esta herencia cuando éramos muy pequeños, queríamos vivir nuestras vidas y es ahora cuando ya podemos dedicar todo el tiempo y nuestra experiencia y vivencias para llevar a cabo la recuperación que la obra de mi padre merece», ha afirmado Rocío Martín-Santos.

Luis Martín-Santos ha calificado a ‘Tiempo de destrucción’ como la «novela enigma» de la literatura española. Dividida en cuatro partes, Martín-Santos trató primero de hacer un fresco familiar a partir de la memoria para luego pasar a la novela negra e incluso en la última parte «jugar con una escritura a modo de James Joyce», tal y como ha explicado Jalón.

TIEMPO DE OLVIDO

Respecto a las causas de que finalmente esta publicación no alcanzase el respaldo de público que sí tuvo ‘Tiempo de silencio’, continúa siendo «un enigma», si bien tanto el editor como los hijos de Martín-Santos no creen que el éxito de una obra terminara por ‘eclipsar’ a la otra.

«Creo más bien que se debe a que en ese momento la literatura empieza a perder protagonismo en la literatura española, en favor de la política y la historia. Un libro no tiene la culpa de eclipsar a otro, lo cierto es que esa edición no fue hecha en el momento más oportuno o vio la luz en el momento más conveniente para alcanzar a un público más amplio», ha concluido el editor.

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