ISLAMABAD, 18 (DPA/EP)
En torno a un centenar de personas han desparecido recientemente en la provincia paquistaní de Baluchistán, en el suroeste del país, en lo que, entienden, podría tratarse de una represalia del Ejército contra los recientes ataques rebeldes contra las fuerzas de seguridad.
La mayoría de las desapariciones, según la ONG Voz para los Desaparecidos Baloches, se han registrado en las regiones de Kech, Panjgur y Naushki, precisamente los escenarios de ataques rebeldes durante las últimas semanas contra bases militares, en los que han fallecido decenas de soldados.
La ONG mantiene desde hace años una base de datos con miles de personas desaparecidas desde el inicio de los combates separatistas en la provincia, enterrados prácticamente bajo otras tensiones como los enfrentamientos en la Cachemira disputada con India.
Parientes y ONG acusan a la poderosa agencia de Inteligencia militar de Pakistán, el ISI, de secuestrar y asesinar a activistas baloches desarmados, algo que niega el Ejército.
El responsable de Voz para los Desaparecidos Baloches, Bahut Baloch, acusa tanto al Ejército como a bandas criminales locales de la última ola de secuestros, que se ha intensificado tras la muerte de 17 militares en el último mes a consecuencia de los ataques rebeldes.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP, por sus siglas en inglés) ha trasladado igualmente este viernes su preocupación por la última ola de desapariciones e instado a las autoridades a poner fin a la ‘impunidad’ de la que disfrutan los perpetradores de crímenes tan ‘vergonzosos’.
También Amnistía Internacional lleva meses presionando a las autoridades paquistaníes para que ayuden a recuperar a las personas desaparecidas.
«Pakistán debe llevar a cabo la reforma para acabar con las desapariciones forzadas que prometió hace tanto tiempo y ajustarse de una vez por todas a las leyes internacionales sobre los Derechos Humanos», manifestó Amnistía el año pasado.
