MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reconocido que no ve evidencias de que las fuerzas ucranianas pudieran llevar a cabo un ataque sobre el este de Ucrania, en la región de Donbás, pues esto «desafiaría la lógica».
«No hay evidencias de estas afirmaciones, y desafía la lógica básica creer que los ucranianos eligirían este momento, con más de 150.000 soldados (ruso) desplegados en sus fronteras, para escalar el conflicto», ha trasladado el mandatario desde la Casa Blanca.
En esta línea, ha criticado a Rusia por aumentar la «desinformación» sobre los hechos ocurridos en Europa del Este, y ha criticado a Moscú por «afirmar falsamente» que Ucrania fue responsable del bombardeo de este jueces a una guardería en la región de Lugansk.
Así, el presidente estadounidense considera que esta escalada en la «desinformación» podría ser empleado por el presidente ruso, Vladimir Putin, como pretexto para iniciar una guerra. «Todo va en la línea con el libro de jugadas que los rusos han usado antes», ha dicho.
Ahondando en este punto, Biden ha remarcado su idea de que Putin «ha tomado la decisión» sobre sus pasos a seguir en el conflicto y, preguntado directamente si cree que el presidente ruso ha decidido invadir Ucrania, Biden ha respondido: «Sí».
Por otro lado, ha remarcado la posición de Estados Unidos, y también de sus aliados, sobre la imposición de «sanciones severas» a Rusia en caso de que opte por una invasión a Ucrania, aunque también ha señalado a Moscú que «no es tarde para reducir la tensión y volver a la mesa de negociaciones (…) Rusia aún puede elegir la diplomacia».
LLAMADA CON ALIADOS EUROPEOS
Previamente, Biden ha mantenido una conversación telefónica con líderes europeos, así como con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Tal y como ha confirmado la Casa Blanca, los aliados han conversado sobre una hipotética agresión rusa contra Ucrania, y han reiterado su apoyo a «la soberanía e integridad territorial» ucraniana.
En este sentido, han discutido la importancia de «una mayor asistencia económica» a Kiev, si bien han remarcado su convicción para imponer costos económicos «rápidos y coordinados» a Rusia en caso de que opte por escalar el conflicto.