BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea debatirán este lunes con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba, la evolución de los acontecimientos en la crisis de seguridad en sus fronteras, donde el enorme despliegue militar de Rusia mantiene la alarma por una eventual invasión.
En la reunión del lunes, los Veintisiete volverán a tratar la crisis que mantiene en vilo a Europa, tras semanas de tensión por la continua escalada militar a las puertas de Ucrania donde concentra 100.000 tropas, artillería y equipos pesados. A esto se suman otros 40.000 efectivos en Bielorrusia y el recrudecimiento de los choques en el Donbás entre fuerzas separatistas prorrusas y el Ejército ucraniano.
Estos elementos configuran un escenario que la UE percibe con preocupación, ya que piensa que Moscú busca provocar una chispa con la que justificar un ataque contra el país vecino. Ante la posibilidad de que Rusia busque un pretexto para agredir Ucrania, un alto cargo de la UE ha insistido en que «la violencia y la narrativa tóxica debe parar».
«Estamos entrando en el marco bélico que probablemente esté pensado para justificar lo injustificable: un ataque a Ucrania», ha argumentado, apuntando a que ahora mismo las autoridades rusas están embarcadas por varios frentes en alimentar el conflicto.
Frente a esto, los Veintisiete reafirmarán su apoyo a Ucrania y ensayarán su posición de firmeza ante el Kremlin, después de que el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, haya asegurado que está listo para presentar el paquete de sanciones en caso de agresión rusa.
Dichas sanciones, que atacarían los sectores económico, financiero y energético ruso, podrían adoptarse en cuestión de días, una vez que Rusia pase a la acción. Eso sí, el bloque europeo asegura que solo respondería ante una ofensiva militar rusa, descartando por el momento que maniobras como ciberataques activen la respuesta europea.
Como fondo de este debate se vislumbra la posibilidad de que Rusia mantenga a largo plazo la tensión militar contra sus vecinos, moviendo tropas continuamente y sin llegar a replegarse de la zona. En dicho caso, la UE admite que debería revisar su posición y «pensar cómo proceder».