MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Empleo y Economía Social de España, Joaquín Pérez Rey, ha asegurado que desde el Ministerio de Trabajo no se tiene nada en contra de los convenios de empresa, los cuales considera «esenciales», pero sí ha reconocido que existen «graves problemas» con los convenios empresariales fraudulentos que empeoran las condiciones del sector.
Así lo ha expresado Pérez Rey durante su intervención en un debate sobre la reforma laboral organizado por el Foro de Abogadas y Abogados de Izquierdas (FAI-RADE).
«Los convenios de empresas son esenciales, a quién se le ocurre que nosotros tenemos algo en contra de los convenios de empresa de la SEAT o del sector automovilístico, ninguno, no tenemos ningún problema. Lo que tenemos graves problemas es con convenios colectivos de empresas, muchos de ellos en fraude en muchas ocasiones, que se aprovechan para bajar las condiciones de la negociación colectiva sectorial, degradando las condiciones de los trabajadores», ha explicado.
En este punto, ha aclarado que con la introducción de la reforma laboral estos supuestos se acaban «de raíz», ya que el nuevo esquema establece la prevalencia del convenio sectorial sobre el empresarial en materia salarial, entre otros puntos.
El secretario ha comentado que contiene «mucha esperanza» en que la reforma funciones y ataque algunos desajustes del mercado laboral, principalmente la temporalidad. Pérez Rey ha explicado que en este sentido el mes de enero se ha registrado un «efecto anticipatorio», ya que un 15% de la contratación ha sido indefinida, un dato que ha superado la estadística histórica durante el primer mes del año.
CONDICIONES DIGNAS EN EL TRABAJO
El secretario de Estado para la agenda 2030, Enrique Santiago, considera que la entrada en vigor de la reforma laboral, y con ella la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de las empresas, supondrá el inicio de unas «condiciones dignas» en el trabajo.
En este sentido, ha recordado que la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 tiene entre sus retos poner fin a la precariedad laboral y acabar con la pobreza y la desigualdad, algo que, en opinión de Santiago, con el nuevo esquema laboral se dará «un paso de gigantes» para la consecución de estos objetivos.
El secretario de Estado ha subrayado la trascendencia de la reforma y ha celebrado que sea una realidad. Asimismo, ha incidido en que el nuevo esquema de trabajo traerá consigo un nuevo paradigma en la relación laboral, de modo que «la norma no va a ser el contrato eventual o temporal, sino que la norma va a pasar a ser el puesto de trabajo fijo y estable».
Para el secretario de Estado, este avance implica un cambio en las dimensiones de la vida de las personas, sobre todo las más vulnerables. «Nadie puede arrendar una vivienda, mucho menos pedir una hipoteca, sin tener un contrato indefinido. Este cambio de paradigma es una mejora de las expectativas de vida», ha apostillado.
Por otro lado, ha destacado la recuperación de la ultractividad en los convenios y el fortalecimiento de la capacidad negociadora de los sindicatos.
SALARIOS UN 6,2% POR DEBAJO QUE ANTES DE 2008
De su lado, la secretaria cofederal de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente Peralta, ha expuesto los principales cambios introducidos con la nueva reforma.
Si bien ha manifestado una clara mejora en las relaciones laborales tras la norma, ha recordado que España todavía está un 6,2% por debajo de los salarios registrados antes de 2008. «Se ha avanzado mucho, pero seguimos teniendo una devaluación que no hemos conseguido revertir», ha explicado.
No obstante, Peralta ha destacado otros puntos, como la importancia de la recuperación de la ultractividad o las medidas flexibles internas para no recurrir al despido –como es el caso de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)–.
En lo que respecta a las indemnizaciones por despido, si bien Peralta ha reconocido que no se ha atajado de forma directa, sí ha puntualizado que, al prevalecer los convenios del sector sobre los de empresa los salarios en muchos sectores mejorarán hasta en 9.000 euros anuales y, por ende, la indemnización por despido será mayor.
«No se ha abordado el despido, pero el hecho de que no se haya tocado la indemnización no significa que esta reforma no actúe sobre la indemnización y no les salga a las empresas más caro despedir», ha explicado, insistiendo en que «si tienes más salario en el supuesto de un despido, no hay que explicar que tendrá más indemnización».