MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Gobierno filipino ha acusado este domingo al Parlamento Europeo de interferir en la campaña nacional a las elecciones presidenciales de mayo con la publicación esta semana de una resolución crítica hacia la situación de los Derechos Humanos en el país.
«Condenamos el intento erróneo del Parlamento Europeo de interferir en el proceso electoral filipino a través de su resolución, que plantea acusaciones ya desacreditadas de violaciones de derechos humanos con la débil esperanza de influir en el resultado electoral», ha manifestado el Ministerio de Exteriores filipino en un comunicado.
El Parlamento Europeo emitió el jueves una resolución condenando «los miles de ejecuciones extrajudiciales y otras graves violaciones de derechos humanos relacionadas con la guerra contra las drogas del presidente Rodrigo Duterte», acusado de ordenar brutales actos de represión contra miles de personas sospechosas de narcotráfico, muchas de ellas sin pruebas suficientes.
«Que el Parlamento apruebe una resolución de esta manera», añade el Ministerio filipino, «es un claro intento de influir en el resultado de nuestras próximas elecciones en mayo».
El Ministerio asegura que el llamado Programa Conjunto de la ONU (UNJP) para los Derechos Humanos ya ha abordado tales denuncias, incluidas ejecuciones extrajudiciales sobre la «guerra contra las drogas» de la administración Duterte.
«El UNJP ya cubre presuntos casos de ejecuciones extrajudiciales que involucran a militantes y líderes sindicales, y muertes derivadas de la campaña contra las drogas ilegales», de acuerdo con el comunicado, recogido por la cadena ABS-CBN.
Asimismo, el Ministerio reitera que «el sistema de justicia filipino continúa garantizando un espacio cívico seguro y propicio para la sociedad civil de todo tipo, incluidos los defensores de los Derechos Humanos».
Por todo ello, el Ministerio «recomienda encarecidamente» a la vicepresidenta del Parlamento de la UE, Heidi Hautala, que «demuestre su información antes de exigir algo de Filipinas» y de emplear un «lenguaje irrespetuoso que ignora los esfuerzos de Filipinas y las Naciones Unidas para promover los Derechos Humanos».