Niega la idea de que la ONG tenga un sesgo contra Israel y rechaza las «demagógicas» acusaciones de antisemitismo
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Israel, Molly Malekar, ha criticado a la ONG por su reciente informe acusando a las autoridades israelíes de crímenes de apartheid contra la población palestina y ha dicho que esta valoración es «un puñetazo en el estómago».
Malekar ha indicado en una entrevista al diario ‘Zman Yisrael’, vinculado a ‘The Times of Israel’, que existe un «debate serio» sobre si Israel es responsable de estos crímenes y ha mostrado su malestar por el hecho de que Amnistía entre en asuntos sobre definiciones teóricas.
Así, ha manifestado que cuando la ONG publica un informe «lo único importante es qué intentas lograr con ello», antes de incidir en que ha trasladado a Amnistía que en Israel hay una lucha entre «fuerzas nacionalistas y fuerzas humanitarias».
Malekar ha lamentado que el informe haya utilizado lo que ha descrito como una brocha gorda para presentar al país como un bloque uniforme en lugar de detallar qué hay que cambiar y qué se está haciendo bien, lo que podría suponer un obstáculo para el diálogo.
En esta línea, ha criticado que se describa a los árabes-israelíes como «víctimas perpetuas y pasivas de apartheid, privadas de todo derecho». «Amnistía los convierte en víctimas, en un objeto. Esto no es cierto ni es de ayuda», ha argumentado.
«Hay discriminación contra los ciudadanos palestinos de Israel, pero tienen derechos, algunos están en posiciones clave y hacen campañas e influyen, lo que debe ser reconocido, apreciado y animado», ha explicado Malekar.
Sin embargo, ha rechazado la idea de que la ONG tenga un sesgo contra Israel y ha recordado que ha publicado cientos de informes sobre abusos de los Derechos Humanos en países árabes, incluidos en los Territorios Palestinos Ocupados, entre ellos los ataques con cohetes contra territorio israelí.
En este sentido, ha rechazado las acusaciones «demagógicas» contra Amnistía sobre antisemitismo, si bien ha reconocido que puede haber una molestia sobre la forma en la que la ONG ha presentado la situación en su último informe, dado que «ha sido exagerada».
Por contra, ha dicho tener «un problema» con la postura de la organización sobre el antisemitismo. «Se supone que amnistía tiene que luchar contra el antisemitismo. Lo hace, pero no lo suficiente, y a veces pienso que es necesario presionarla para que actúe (sobre este tema)», ha criticado.
Malekar ha especulado con que la ONG evita abordar este tema porque entonces sería percibida como favorable a Israel, lo que «es totalmente equivocado». «Israel y la comunidad judía mundial no son uno y lo mismo», ha argumentado, antes de decir que se ha pronunciado sobre esta situación para impulsar «el diálogo».
EL INFORME
La ONG acusa al Gobierno de Israel de cometer crímenes de apartheid contra la población palestina y reclama al Tribunal Penal Internacional (TPI) que lo considere en sus investigaciones en marcha en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO).
Amnistía solicita al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un embargo «integral» de armas a Israel que abarque todo tipo de armas y municiones, además de equipos antidisturbios, así como sanciones como el bloqueo de activos contra los funcionarios más implicados en la comisión de estos crímenes.
«Las autoridades israelíes deben rendir cuentas por cometer el crimen de apartheid contra la población palestina», indicó la organización en un informe que recoge que Israel «impone un sistema de opresión y dominación a la población palestina en los lugares donde tiene el control de los derechos de ésta».
«Nuestro informe revela el verdadero alcance del régimen de apartheid israelí. Vivan en Gaza, Jerusalén Este, Hebrón o en el propio Israel, los palestinos y palestinas son tratados como un grupo racial inferior al que se priva sistemáticamente de sus derechos», manifestó la secretaria general de la ONG, Agnès Callamard.
«Concluimos que las crueles políticas de segregación, desposesión y exclusión en los territorios que están bajo control de Israel constituyen sin duda apartheid. La comunidad internacional tiene la obligación de actuar», indicó , antes de incidir en que «no hay justificación posible para un sistema construido en torno a la opresión racista institucionalizada y prolongada de millones de personas».
Así, hizo hincapié en que «el apartheid no tiene cabida en el mundo y los estados que deciden hacer concesiones a Israel se encontrarán en el lado equivocado de la historia». «Los gobiernos que continúan suministrando armas a Israel y que lo protegen de la rendición de cuentas ante la ONU están apoyando un sistema de apartheid, menoscabando el orden jurídico internacional y exacerbando el sufrimiento del pueblo palestino», agregó.
Amnistía dijo que ha documentado actos cometidos por Israel prohibidos en la Convención contra el Apartheid y el Estatuto de Roma y ha afirmado que se promulgan «múltiples medidas» para negar a los palestinos sus derechos y libertades fundamentales, en «un ataque sistemático y generalizado» con el objetivo de «mantener el sistema de opresión y dominación».