MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Al menos una persona murió el domingo a causa de la represión de una nueva jornada de protestas contra las autoridades militares de Sudán, según ha denunciado el Comité Central de Doctores de Sudán, que ha resaltado que más de 90 personas resultaron heridas a manos de las fuerzas de seguridad.
El organismo ha manifestado en su cuenta en la red social Facebook que el fallecido estaba ingresado en el Hospital Universitario Bahri tras ser sometido a una operación para amputarle una pierna.
El hombre, identificado como Faisal Abdulrahman, de 51 años, «salió al balcón para respirar aire fresco tras tener problemas respiratorios y otros efectos por el intenso disparo de gases lacrimógenos en la zona por parte de las fuerzas de seguridad (…) cuando recibió un disparo».
«Las autoridades golpistas continúan las violaciones contra los Derechos Humanos con una violencia excesiva y una represión sangrienta de los manifestantes pacíficos», ha señalado, antes de agregar que 82 personas han muerto en las protestas desde el golpe de Estado de octubre de 2021.
Asimismo, ha recalcado que 92 personas resultaron heridas durante las protestas del domingo, incluidas más de 70 en la capital, Jartum, epicentro de las movilizaciones que se suceden durante los últimos meses contra el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan.
Durante la jornada del domingo llegó al país el experto de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos para Sudán, Adama Dieng, una visita que debió tener lugar en enero y que fue aplazadas por las autoridades militares.
Dieng fue recibido por el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, quien encabeza un proceso de mediación para intentar solucionar la crisis política, según un mensaje publicado por la propia misión del organismo internacional en su cuenta en la red social Twitter.
Al Burhan aseguró a principios de febrero que sólo entregará el poder a un gobierno electo o a una autoridad surgida de un «consenso nacional», tras desvelar en enero la composición de un gobierno interino tras la dimisión a principios de enero del primer ministro, Abdalá Hamdok, en protesta por la represión de las manifestaciones contra las autoridades militares.
Hamdok, detenido tras la asonada, volvió al cargo en noviembre tras un acuerdo firmado con Al Burhan en medio de las presiones internacionales. El pacto fue rechazado por parte de sus socios civiles, que denunciaron que suponía dar legitimidad a la asonada, si bien finalmente abandonó el cargo.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Omar Hasán al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.