Subraya que «las tropas y material desplegados» por la Alianza «son uno de los factores» a tener en cuenta
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Bielorrusia ha vinculado este lunes el fin de las maniobras conjuntas con Rusia y la retirada de las tropas del país vecino de su territorio a un repliegue de las fuerzas de la OTAN desplegadas en las fronteras bielorrusas.
El jefe del Estado Mayor del Ejército bielorruso, Viktor Gulevich, ha indicado que las fuerzas rusas «volverán a sus bases cuando haya una necesidad objetiva y cuando se decida». «Es un asunto puramente interno», ha argüido.
Así, ha recalcado que «las tropas y material desplegados recientemente en la región de Europa del Este, incluida cerca de la frontera con Bielorrusia, son uno de los factores que afectan al desarrollo de la situación», según ha recogido la agencia bielorrusa de noticias BelTA.
«Bielorrusia tiene derecho a pedir que Estados Unidos y los países miembro de la OTAN retiren a las tropas de su frontera y que garanticen el control de esta retirada con medidas de verificación», ha subrayado Gulevich.
En este sentido, ha recordado que este despliegue de militares y material y el «empeoramiento» de la situación en el este de Ucrania llevaron a los presidentes de Bielorrusia y Rusia, Alexander Lukashenko y Vladimir Putin, respectivamente, a prorrogar sus maniobras conjuntas.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia anunció el domingo que prorrogaría sus ejercicios militares conjuntos con Rusia ante la escalada de tensión en la frontera con Ucrania, así como en la región de Donbás, en el este de Ucrania.
«En relación con el aumento de la actividad militar cerca de las fronteras exteriores del Estado de la Unión y el agravamiento de la situación en Donbás, los presidentes de Bielorrusia y Rusia decidieron continuar probando las fuerzas de respuesta del Estado de la Unión», dijo el ministro de Defensa bielorruso, Viktor Jrenin.
El Estado de la Unión es la entidad supranacional formada por Rusia y Bielorrusia, ratificada en 1999 por Lukashenko y el entonces presidente ruso, Boris Yeltsin.
Las potencias occidentales sospechan que Bielorrusia, férrea aliada de Moscú, tiene muchas posibilidades de convertirse en la punta de lanza de una posible invasión rusa de Ucrania. Las maniobras, llamadas Resolución Aliada-2022, comenzaron hace diez días y fueron observadas con profunda suspicacia tanto desde la OTAN como del propio Gobierno ucraniano.