El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha pedido 90 días de prisión para Adam Johnson, el seguidor del expresidente Donald Trump que se fotografió durante el asalto al Capitolio del 6 de enero con el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Los fiscales han recordado durante la audiencia previa a su sentencia prevista para este viernes que Johnson se jactó a través de redes sociales de haber ‘roto Internet’ y de haberse convertido ‘finalmente en una celebridad’ después de que se hicieran virales sus imágenes acarreando el atril de Pelosi por el Capitolio.
“La acusación critica a un confiado y alegre Johnson por hacer uso de una propiedad del Gobierno como herramienta de un asedio ilegal a las instituciones, lo que da una idea de su sentido del derecho”, cuenta la NBC.
En ese sentido, la acusación ha señalado que Johnson también debería poder pagar un cuantiosa multa ya que cuenta con una situación financiera favorable gracias a la profesión de su esposa, que le ha permitido a él permanecer durante los últimos once años sin trabajar, quedando en caso al cuidado de su dos hijos menores.
“Johnson ha contratado no uno, sino dos abogados de renombre. Seguramente, puede pagar una multa cuantiosa para rembolsar a los contribuyentes por su papel en el motín que causó daños importante al Capitolio de Estados Unidos”, dice la Fiscalía.
Por su parte, a través de sus abogados, Johnson ha asegurado lamentar profundamente su participación en aquella violación del Capitolio y que su participación en aquellos hechos le ha cambiado la vida tanto a él como a su familia, por lo que ha pedido al tribunal federal que se encarga del caso, que tenga en cuenta el importante y negativo impacto que su entrada en prisión puede tener para sus dos hijos, de seis y 14 años.
“Desafortunadamente, ha recibido una atención considerable solo porque el atril pertenecía a la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi. Posiblemente, si se hubiera aferrado a algún otro mueble del Gobierno, su entrada en la cárcel ni siquiera se hubiera considerado”, sostienen los abogados.
Por el momento, las autoridades estadounidenses han detenido a unas 750 personas vinculadas al ataque al Capitolio, mientras que otras 350 están todavía en busca y captura por el FBI.
