QUITO (AP) — El presidente Guillermo Lasso aseguró el martes que analiza una ley recientemente aprobada por la Asamblea que permite la interrupción del embarazo por violación, más allá de sus convicciones religiosas.
En una entrevista difundida desde el Palacio de Gobierno, el mandatario, confeso defensor de la vida desde la concepción, dijo que “es un tema muy importante que requiere un análisis muy sesudo. Hay que revisar por todos los rincones de la conciencia y por todos los rincones de la actitud democrática y republicana que tiene que tener un presidente de la república”.
Añadió que junto a su equipo se encuentra evaluando el fallo de la Corte Constitucional y el proyecto enviado por los legisladores. “Vamos a hacer nuestro análisis, vamos a hacer consultas y tomaremos nuestra mejor decisión. No está definido… mi obligación es responder al interés de todos”.
En campaña Lasso había dicho que más allá de sus creencias respetaría los criterios de quienes no piensan como él.
El presidente tiene poder de vetar total o parcialmente cualquier ley aprobada por la Asamblea, y dada su condición de confeso defensor de la vida desde la concepción, los grupos pro vida esperan que el mandatario rechace el texto aprobado por los legisladores.
La semana pasada la Asamblea aprobó la denominada Ley de Interrupción del Embarazo por Violación para normar una decisión de la Corte Constitucional que en abril del año pasado despenalizó el aborto de los embarazos producto de una violación.
La nueva norma permite la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas en mujeres mayores de edad en zonas urbanas y hasta las 16 semanas en menores de edad o mujeres de sectores rurales.
En Ecuador el aborto sólo está permitido cuando está en riesgo la vida de la mujer gestante.
La nueva ley fue producto de la sostenida lucha de grupos feministas y de mujeres que denunciaban miles de casos anuales de violación y criminalización del aborto, que por otras causas es castigado con penas de cinco a siete años de cárcel para las madres y con uno a tres años para quien las ayude a practicarlo.
