MADRID, 24 Feb. (EDIZIONES)-
La economista Irina Kamenskaya, de 41 años, de Rostov-On-Don (Rusia), ha captado la dulce amistad entre su gata Perseya y su rata Filia.
En cuanto Filia se unió a la familia, conectó instantáneamente con Perseya y su amistad no ha dejado de crecer en los meses posteriores.
«La primera semana se conocieron, se olfateaban todas las tardes. Su amistad comenzó desde el mismo momento en que Filia llegó a nosotros», explicó la rusa.
Una extraña amistad que pone en entredicho aquel mito que dice que los gatos y los ratones son enemigos.