El Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar las credenciales del embajador de Colombia, Alfredo Rangel Suárez, por sus «insolentes» comentarios y juicios de valor sobre la situación interna del país centroamericano.
Esa «impúdica» ofensa a la que hacer referencia el ministro nicaragüense de Asuntos Exteriores, Denis Moncada, sería la respuesta de que el Estado colombiano le exigió a Rangel que diera a las palabras del presidente, Daniel Ortega, quien esta semana se refirió a Colombia como «narcoestado’.
«Ante las declaraciones realizadas por Daniel Ortega de Nicaragua en contra del Estado colombiano y del país, ordenamos al embajador Alfredo Rangel presentar una nota de protesta rechazando contundentemente esta nueva ofensa al honor de nuestra nación y le solicitamos regresar de inmediato al país», señaló el Ministerio de Exteriores en un mensaje en Twitter.
Días después, el ministro Moncada envío una carta a su homóloga colombiana, Marta Lucía Ramírez, calificando de «insolentes» una serie de declaraciones que Rangel habría realizado y puesto que había roto las normas diplomáticas al inmiscuirse «ofensivamente» en los asuntos internos de Nicaragua, se le retiraba sus credenciales.
Colombia ha acusado a Nicaragua de intentar «distraer» la atención de la comunidad internacional de la «crítica» situación de los Derechos Humanos en el país con este tipo de declaraciones, vertidas, ha dicho, por «un régimen que no cuenta con legitimidad ni reconocimiento» por sus «múltiples violaciones» de las libertades fundamentales.
No es la primera que ambos países se enzarzan de manera diplomática en los últimos meses. A finales de julio del año pasado, Colombia llamó a consultas a su embajador ante la crisis política que se vivía en Nicaragua debido a la «sistemática persecución» de los líderes de la oposición en vísperas de la celebración de la elecciones de noviembre, en las que Ortega volvió a imponerse.
También contra España
En un comunicado enviado por la embajada de Nicaragua en México, el gobierno centroamericano señala:
“Ante las insolentes, anacrónicas, desfasadas Declaraciones del Canciller de España, Don José Manuel Albares, sobre Nicaragua y las Funciones Diplomáticas en este País Libre y Soberano, reiteramos : Nicaragua no ees Colonia de nadie. No somos súbditos de la Corona Española. No aceptamos, por lo tanto, injerencia alguna de ese o de ningún País, en nuestros Asuntos Internos.
Recomendamos al Canciller, Don José Manuel Albares, centrarse en los temas de su competencia, y cesar ya en su intento de interferir en las
decisiones y acciones de un Estado Soberano como el nuestro, porque desde ningún punto de vista tiene autoridad alguna sobre nuestra Patria Bendita y Siempre Libre.
Las complejidades de este Mundo nos reclaman a cada uno en nuestros tiempos y espacios propios.
Ninguna interferencia ajena, extranjera, tiene cabida en nuestras Tierras, Valientes, Sagradas y Honrosas, Luchadoras por la Justicia, el Respeto, la Paz, la Seguridad y el Bienestar de este Pueblo Noble, de Darío y de Sandino”.
Y concluyen en la misiva: Somos Nicaragüenses, por Gracia de Dios !