MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El encargado de negocios de la Embajada de Ucrania en Argentina, Sergei Nebrat, ha asegurado que las autoridades en Kiev «no están conformes» con la respuesta del Gobierno argentino a la invasión rusa del territorio ucraniano.
«No estamos conformes con la respuesta de Argentina. Queríamos señales más claras y fuertes (…) como las que hacen otros países de esta región», ha remarcado Nebrat en declaraciones recogidas por el diario ‘Clarín’.
Así, el encargado de negocios de la Embajada ha instado a las autoridades argentinas a demostrar «el apoyo a la integridad territorial y soberanía de Ucrania», y ha acusado a Rusia de «querer la guerra».
Ahondando en este pronunciamiento de la Casa Rosada respecto a lo ocurrido en Europa del Este, Nebrat ha llamado al Gobierno a aplicar sanciones económicas contra Rusia y ha informado de que ha pedido una audiencia con el ministro de Exteriores, Santiago Cafiero. «Queremos reunirnos con él», ha añadido.
Además, consultado sobre su opinión respecto a si Argentina apoya a Ucrania, el diplomático ha respondido: «Creo que no, Argentina es un país independiente. Estamos entre amigos, tenemos una comunidad muy grande en el país. Esperamos que Argentina haga todo lo posible para defender nuestra integridad».
Finalmente, ha criticado la visita del presidente argentino, Alberto Fernández, a Rusia jornadas antes de la invasión rusa pero cuando las tensiones ya habían aumentado con la presencia de militares rusos en la frontera con Ucrania.
«Todos hacen su política exterior e interior como quiere, pero pienso que no es la hora exacta de hacer visitas a (el presidente ruso, Valdimir) Putin cuando va a atacar un país independiente. No fue oportuna», ha recriminado.
Rusia inició en la madrugada de este jueves una invasión del territorio ucraniano, un movimiento fuertemente criticado por la comunidad internacional, que ya ha impuesto sanciones financieras a Moscú.
Desde Argentina, el Gobierno de Fernández trasladó su «más firme rechazo al uso de la fuerza armada» y lamentó «profundamente» el aumento de las tensiones y la violencia en Europa del Este.