GINEBRA (AP) — La invasión rusa de Ucrania está poniendo a prueba el principio suizo de neutralidad en asuntos mundiales, y su reputación de lugar seguro para las abultadas cuentas bancarias de los ricos y poderosos de Rusia.
El gobierno suizo no llegó a imponer sus propias sanciones a Rusia, pero su entidad directiva, el Consejo Federal, advirtió que los individuos y entidades rusas afectados por las sanciones de la Unión Europea no podrán evadirlas en Suiza, a pesar de que Suiza no es miembro de la UE.
El gobierno suizo declaró el viernes que “intermediarios” financieros en Suiza ahora no podrán fundar nuevos negocios con 363 individuos rusos y cuatro compañías rusas.
Todo negocio actual deberá ser reportado a la Secretaría de Asuntos Económicos. Suiza está considerando otras medidas relevantes.
Si bien no se compara a las intensas sanciones impuestas por otros gobiernos contra Rusia, las medidas suizas pueden tener impacto. Suiza es escenario de más transacciones financieras por parte de particulares rusos, incluso más de Gran Bretaña, España, Luxemburgo y Estados Unidos, según un reporte elaborado por la embajada suiza en Moscú.
“Suiza desde años ha sido, de lejos, el más importante lugar donde los rusos acaudalados manejan su riqueza”, dice el reporte.
Añade que la cifra neta de transacciones de individuos rusos a Suiza totalizó 2.500 millones de dólares en el 2020. La agencia de noticiosa suiza SDA-ATS reportó que la cifra ascendió a 1.800 millones de dólares en la primera mitad del 2021.
Guy Parmelin, titular de la Secretaría de Asuntos Económicos del gobierno suizo, señaló que Suiza debe apegarse a las sanciones de la ONU pero podía decidir en torno a las sanciones de la UE en base a criterios como su política exterior o aspectos legales, como las leyes suizas en la cual está consagrado en principio de la neutralidad.
Las autoridades suizas esencialmente están prorrogando las sanciones impuestas en el 2014 luego que Rusia invadió Crimea, cuando, igualmente, Suiza advirtió que allí no habría excepciones a las sanciones impuestas por la UE. Pero esta vez las está expandiendo a centenares de otras personas y entidades.
“Suiza está asumiendo una línea más dura frente a Rusia”, expresó Parmelin a reporteros en Berna, la capital de Suiza.