LA HABANA (AP) — Cuba aseguró el lunes que, por quinto día consecutivo, no se registraron muertes a causa de coronavirus. La noticia se da en medio de una tendencia a la baja de los contagios de las últimas semanas y luego de un rebrote en enero producto de la variante ómicron.
“Es de satisfacción para uno ver este comportamiento (de la pandemia)”, dijo el director de Epidemiología, Francisco Duran, durante una comparecencia de actualización de cifras en la televisión estatal. “Por el hecho de la vacunación, lo que ha permitido mostrar su eficiencia y eficacia; pero tenemos que seguir cuidándonos hasta que se logre controlar, no solo en nuestro país, sino en el mundo”.
Durán indicó que, en la jornada del domingo, se detectaron 475 casos de COVID-19 en todo el país, una cifra lejana al pico del rebrote que viene disminuyendo desde el mes pasado, cuando por ejemplo solo el 16 de enero se reportaron 3.562 casos.
Desde el inicio de pandemia en marzo de 2020, la isla acumula poco más de un millón de casos positivos de los cuales murieron 8.494 pacientes.
Cuba es la única nación latinoamericana que desarrolla sus propias vacunas, las Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, con las cuales se inmunizó a casi el 90% de la población, incluyendo a los niños a partir de los dos años.
La nación caribeña había logrado un relativo control de la pandemia cerrando sus economía y aeropuertos, y gracias a su sistema de salud organizado desde los barrios en 2020, pero a finales de ese año la apertura trajo consigo la variante delta, que provocó un rebrote dramático en agosto de 2021. Y, aunque se consiguió bajar las cifras en diciembre pasado, hubo una nueva alza —menos mortífera— con ómicron.
Actualmente la economía y las fronteras se encuentran abiertas pero sometidas a un protocolo. La situación financiera en Cuba –dependiente del turismo– sufrió dramáticamente con la pandemia, la disminución de visitantes y la retracción de toda actividad social y laboral, que se combinaron con el impacto de las sanciones de Estados Unidos.