«Estamos gravemente preocupados por la seguridad (de las centrales nucleares) en el actual conflicto», ha afirmado el director general de la AIEA, Rafael Mariano Grossi, en un comunicado oficial de la organización.
Grossi ha alertado del «impacto potencial sobre la seguridad de las centrales nucleares». «Un accidente en instalaciones nucleares de Ucrania podría tener graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente», ha advertido.
Ucrania cuenta con 15 reactores nucleares activos distribuidos en cuatro ubicaciones y con ellos abastece de aproximadamente la mitad de su consumo eléctrico.
La AIEA explica que el pasado 27 de febrero Kiev informó del avance de tropas rusas hacia la más importante de estas ubicaciones, la central nuclear de Zaporizhzhia, en el este de Ucrania.
El 28 de febrero la propia central –que cuenta con seis reactores– confirmó la presencia de fuerzas rusas cerca de la central. Grossi ha indicado que «se debe evitar cualquier acción militar o de otro tipo que amenace la seguridad de la central».
El domingo Ucrania informó a la AIEA del impacto de proyectiles sobre un centro de residuos radiactivos a las afueras de Kiev, aunque no hay daños en la estructura del edificio ni fuga radiactiva alguna.
Ucrania ya informó la semana pasada de que Rusia ha tomado las instalaciones de la central nuclear de Chernóbil, escenario de uno de los peores accidentes nucleares de la historia en 1986. Este lunes Kiev ha informado a la AIEA de que las instalaciones continúan funcionando sin inconvenientes y las lecturas de radiación son las habituales.
