WASHINGTON (AP) — El Departamento de Justicia lanzó una de las investigaciones penales más extensas y complejas de su historia después de que una turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump irrumpió en el Capitolio de Estados Unidos hace poco más de un año. Ahora es momento para que un jurado escuche la evidencia del gobierno en torno a ese ataque sin precedentes contra la democracia estadounidense.
El primer juicio sobre una de los cientos de acusaciones por el asalto al Capitolio empezó el lunes con el inicio de la selección del jurado para el caso contra Guy Wesley Reffitt. El hombre de Texas está acusado de ingresar a terrenos del Capitolio con un arma de fuego, interferir en las acciones de la policía que protegía el edificio y amenazar a sus hijos adolescentes si lo reportaban a las autoridades.
El juicio a Reffitt podría convertirse en un referente para muchos otros casos por la insurrección del 6 de enero de 2021. Si es declarado culpable ello le daría a los fiscales mayor ventaja en los acuerdos de admisión de culpabilidad con los alborotadores que enfrentan los cargos más serios. Una exoneración podría hacer que otros optaran por aguardar a que les toque su turno de presentarse ante la corte.
Reffitt “es verdaderamente el indicador de la tendencia que tomarán los casos», afirmó Gregg Sofer, un exfiscal federal que fungió como fiscal federal para el Distrito Oeste de Texas de octubre de 2020 a febrero de 2021.
“Será realmente interesante ver qué tan sólida es la argumentación del gobierno y si ellos están apoyándose o no en evidencia que, al ser puesta a prueba, se sostenga. Va a tener un impacto enorme de aquí en delante”, agregó Sofer, ahora socio en el despacho de abogados Husch Blackwell.
Reffitt es integrante de un grupo de milicianos llamado “Texas Three Percenters”, de acuerdo con los fiscales. El nombre del movimiento se refiere al mito de que sólo 3% de los estadounidenses combatió en la Guerra de Independencia contra los británicos.
El día del asalto al Capitolio, Reffitt llevaba una pistola en una funda en su cintura, esposas ajustables de plástico y portaba un chaleco antibalas y un casco equipado con una videocámara cuando él y otros se lanzaron contra policías en el lado oeste del edificio del Congreso, de acuerdo con los fiscales.
