MADRID (AP) — Hasta hace poco, Ousmane Dembélé era abucheado por los hinchas del Barcelona en el Camp Nou.
El delantero francés se negó a marcharse del club luego que la directiva le abrió la puerta de salida por no aceptar una renovación de contrato.
Fue un tira y afloja de acusaciones, con el Barcelona diciendo que sólo quería contar con jugadores comprometidos con su proyecto. Dembélé sostuvo que no respondía a chantajes.
El vínculo parecía irremediablemente roto.
Semanas después, sin embargo, todos han vuelto a sonreír. Las diferencias han quedado atrás y la armonía al parecer ha sido restablecida.
A Dembélé se le ve feliz. También está jugando bien y anotando goles. La afición ha vuelto a vitorearle en vez de abuchearle.
El club quiere que se quede.
“Él tiene nuestra propuesta”, dijo el presidente del Barcelona Joan Laporta en una entrevista con cadena radial SER. «Siempre hemos querido que se quede, porque es un jugador extraordinario. Para mí es uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto. Nos gustaría que a final de temporada se lo repensara”.
Laporta, quien en el pasado ha descrito a Dembélé como mejor jugador que Kylian Mbappé, le había pedido al atacante que buscara otro club en enero tras haber rechazado una “buena oferta”. Las partes llevaban meses negociaciones para renovar un contrato que vence el próximo 30 de junio.
El Barcelona ha reestructurado sus finanzas y renegoció los salarios de varios de sus jugadores recientemente, recortando algunos, como los casos de los veteranos Gerard Piqué y Sergio Busquets.
Dembélé, de 24 años, no aceptó los nuevos términos en la renovación de su contrato y tampoco quiso irse cedido a otro club pese a que se recibieron «dos buenas ofertas — incluyendo una de un club inglés — al final del mercado de invierno.
El técnico del Barcelona Xavi Hernández le descartó de las convocatorias durante la pulsea, pero al final volvió a tomarle en cuenta.
Dembélé fue suplente en el choque contra el Atlético de Madrid en la Liga a inicios de febrero, cuando los hinchas en el Camp Nou expresaron su malestar hacia el jugador con sonoros abucheos.
Xavi dijo que Dembélé se comportó profesionalmente y empezó a darle más minutos, devolviéndole la titularidad en la victoria 4-1 como visitante ante el Valencia.
Un par de partidos después, Dembélé anotó su primer tanto — un disparo desde un ángulo muy cerrado — para abrir la cuenta en la paliza 4-0 contra el Athletic Bilbao. Exhibió el nivel que hizo que el Barça rompió su récord al adquirirle del Borussia Dortmund en 2017 por 147 millones de euros (entonces 175 millones de dólares).
Dembélé era llamado a ser el sucesor de Neymar tras la venta del brasileño al Paris Saint-Germain, pero nunca cumplió con las expectativas por un rosario de lesiones.
Recuperado físicamente, ha vuelto a mostrar su mejor versión y — mucho más importante — reconciliado con el club, la afición y Xavi.
“Si está así, bien trabajado, puede ser el mejor en su posición”, dijo Xavi. «Este es el Dembélé que puede hacer esto cada partido. De renovar o no ya depende de él y del club”.