MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno británico ha anunciado este martes nuevas sanciones para varios altos mandos del Ejército de Bielorrusia por su papel «activo» en la agresión rusa a Ucrania, entre ellos su jefe del Estado Mayor y primer viceministro de Defensa, Victor Gulevich, y dos empresas militares.
Para Londres, Gulevich «es el responsable de dirigir las acciones de las Fuerzas Armadas bielorrusas para apoyar y posibilitar la invasión rusa de Ucrania». Además, «ha dirigido ejercicios militares conjuntos con Rusia y ha consentido el despliegue de tropas rusas a lo largo de la frontera de Bielorrusia con Ucrania».
Junto a él, han sido también sancionados otros tres viceministros del Ministerio de Defensa, los generales Andrei Burdyko, Sergei Simonenko y Andrey Zhuk. A su vez, estas medidas también serían aplicadas sobre dos empresas militares dedicadas al mantenimiento y reparación de aeronaves.
La ministra británica de Asuntos Exteriores Liz Truss, ha explicado que esta nueva batería de sanciones forman parte de la serie de medidas económicas «punitivas» contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y «los suyos».
«No descansaremos hasta que se restablezca la soberanía y la integridad territorial de Ucrania», ha recalcado Truss, quien ha apuntado directamente al «régimen» del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, de «ayudar e incitar de manera activa» a esta «invasión ilegal de Rusia».
«Se le hará sentir las consecuencias económicas de su apoyo a Putin. No habrá dónde esconderse. Nada, ni nadie, queda fuera», ha advertido Truss.
Estas nuevas sanciones económicas contra las autoridades y socios de Moscú se suman a las lanzadas el pasado 28 de febrero contra una serie de bancos rusos, entre ellos Sberbank, al que se intenta así expulsar de los mercados financieros de Reino Unido, que en colaboración con Estados Unidos y la EU pretende bloquear las importaciones de alta tecnología de Rusia.
Anteriormente, y con motivo de la represión llevada a cabo por el Gobierno de Lukashenko de las protestas por las polémicas elecciones de agosto de 2020 en las que volvió a revalidar mandato entre acusaciones de fraude electoral, Reino Unido había impuesto ya hasta un centenar de sanciones a Bielorrusia.