Para Amy Poehler y millones de millones de estadounidenses, “I Love Lucy” no era solo algo que estaba en la televisión. Era un programa que “venía con tu televisor y estaba en toda tu vida”, dijo.
Pero también es uno que, en los 65 años desde que terminó, llegó a ser un pilar tan grande y definitorio de la comedia de situación que el programa y la pareja vibrante detrás del mismo han sido aplastados bajo el peso de palabras como «ícono” y “pionero”. Es por eso que Poehler estaba especialmente emocionada de sumergirse en el mundo de Lucille Ball y Desi Arnaz para el nuevo documental “Lucy and Desi”, que debuta en Amazon Prime Video el viernes, y traerlos de vuelta a la tierra.
“Uno de mis objetivos era hacer que realmente pareciera que los estábamos viendo nuevamente como seres humanos”, dijo Poehler. “A pesar de los matices y de los pensadores complejos que creemos que somos, a veces nuestros cerebros necesitan que se les recuerde que las personitas que aparecían en un programa en blanco y negro en nuestro televisor eran personas reales de carne y hueso que tenían deseos y necesidades como todos los demás”.
El documental explora su improbable ascenso como magnates de Hollywood, así como su fascinante relación dentro y fuera de la pantalla. Ella era una chica de Jamestown, Nueva York, que vio el modelaje y la actuación como una salida; él, un niño rico y privilegiado cuya vida dio un vuelco durante la revolución cubana en 1933, cuando él y su familia huyeron a Estados Unidos y tuvieron que empezar de cero.
“Creo que una de las cosas más geniales de esta historia es que tienes a dos verdaderos extraños: un inmigrante cubano-estadounidense, un refugiado, por así decirlo, que llegó al país sin dinero y con poca comprensión del idioma. Y luego tienes a una mujer de unos 40 años que ha estado trabajando en la industria durante mucho tiempo y es muy hábil, pero ciertamente no ha alcanzado el poder que le gustaría”, dijo Poehler. “Y son estas dos personas, muy seguras de sus habilidades, pero que no son guardianes de ninguna manera, las que se hacen cargo del negocio”.
En una escena particularmente poderosa, se muestra a Ball informando las ganancias de 20 millones de dólares de su estudio, Desilu, que acababa de dar luz verde a las series “Star Trek” («Viaje a las estrellas») y “Mission: Impossible” («Misión imposible»).
“Lucy se resistía a ser considerada la primera mujer en algo, pero fue la primera mujer en dirigir un estudio gigante”, dijo Poehler. “Ella dirigía, escribía y producía, pero era un (producto) de la época y no habría asumido tomar el crédito por ninguna de esas cosas”.
Poehler trató de ser especialmente cuidadosa al seleccionar a sus entrevistados, que incluyen a Norman Lear, Bette Midler y Carol Burnett. No quería simplemente poner a hablar a gente famosa; quería que las voces que no fueran Arnaz y Ball tuvieran una conexión más directa con ellos, incluidos sus hijos, Lucie Arnaz y Desi Arnaz Jr., y los hijos de quienes trabajaron en el programa, o una perspectiva que profundizara la narrativa. El dramaturgo cubano Eduardo Machado pone en perspectiva la importancia de ver a un hombre como Desi Arnaz en la televisión y al mando.
Un tesoro oculto de grabaciones personales y entrevistas inéditas que se encontraron en la casa de Palm Springs de su hija resultó vital para permitir que Ball y Arnaz contaran sus propias historias. Lucie Arnaz estaba más que feliz de entregárselos a Poehler, a quien consideraba la persona perfecta para guiar la historia de sus padres.
“Una de las cosas que era realmente importante para mí es que escuchamos de Lucy y Desi todo lo que pudimos”, dijo Poehler. “Es muy interesante escuchar a la gente hablar sobre sus vidas, incluso si son narradores poco confiables”.
El documental debería satisfacer a los superfans, pero Poehler también lo hizo para los meramente curiosos.
“Podría haber tantos enfoques diferentes para su historia porque representaban muchas cosas, lo quisieran o no, representaban un negocio cambiante, representaban unos Estados Unidos cambiantes”, dijo Poehler. “Lo que me resuló tan fascinante es la forma en que ambos respetaron y amaron el proceso del otro hasta el final. Realmente sacaban lo mejor del otro”.
Este es uno de dos grandes proyectos de Hollywood sobre la poderosa pareja. El otro es la película “Being the Ricardos” («Ser los Ricardo») de Aaron Sorkin, que obtuvo nominaciones al Oscar por las actuaciones de Nicole Kidman y Javier Bardem y que también está disponible en Prime Video.
Poehler está feliz de que su película pueda disfrutarse en casa, como un programa de televisión.
“Estoy encantada de que esto vaya a estar en Amazon. Realmente quiero que la gente vea esto en sus sofás como si estuviera viendo televisión”, dijo Poehler. “Hay algo muy, muy íntimo sobre la televisión. Y la idea de que la gente pueda ver esta película de esa manera es muy emocionante para mí”.
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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr.