Aunque muchos ucranianos comenzaron a desplazarse por su país para evitar las zonas de conflicto tus la invasión rusa, cientos más decidieron quedarse en Kiev, la capital del país, pero para protegerse del frío y de los bombardeos decidieron refugiarse en las estaciones del Metro, ya que lo consideran un lugar seguro para estos ataques.
Las estaciones del Metro de Kiev son e las más profundas del mundo, pues en la era soviética se construyeron para sirvieran de refugios antibombas, incluso la estación Arsenalna está construida a 105.5 metros bajo tierra y para llegar a ella desde la superficie se toma unos cinco minutos.
Y así se veían hace algunos años sin el terror de la guerra: