Reclama a las autoridades militares «el fin del uso excesivo de la fuerza» y que los responsables «rindan cuentas»
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha reclamado a las autoridades militares de Sudán que investiguen las últimas muertes de civiles por la represión de las protestas que se suceden desde octubre contra el golpe de Estado en el país, tras el fallecimiento de dos personas durante las movilizaciones del lunes en el país africano.
El experto en Derechos Humanos de Naciones Unidas para Sudán, Adama Dieng, ha mostrado su «alarma» por «las informaciones sobre la muerte de dos manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad». Una de las víctimas era un adolescente de catorce años.
Asimismo, se ha mostrado preocupado por «las informaciones sobre dos incidentes que implican a las fuerzas de seguridad dentro de hospitales». «El vídeo del uso de gases lacrimógenos dentro de una zona de operaciones es impactante», ha lamentado en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter.
«Recuerdo a las autoridades sus compromisos ante mí la semana pasada sobre el respeto de los Derechos Humanos y pido a la Policía que ponga fin al uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, que investigue estos incidentes y que haga que los responsables rindan cuentas», ha manifestado Dieng, quien la semana pasada realizó una visita al país.
La Fiscalía de Sudán anunció la creación de mecanismos para investigar la muerte de personas por la represión de las protestas, que han dejado hasta ahora cerca de 90 fallecidos a manos de las fuerzas de seguridad, si bien desde entonces no ha publicado datos sobre las investigaciones o sobre la detención de presuntos responsables de estos abusos.
El jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, aseguró a principios de febrero que sólo entregará el poder a un gobierno electo o a una autoridad surgida de un «consenso nacional», tras desvelar en enero la composición de un gobierno interino tras la dimisión a principios de enero del primer ministro, Abdalá Hamdok, en protesta por la represión de las manifestaciones contra las autoridades militares.
Hamdok, detenido tras la asonada, volvió al cargo en noviembre tras un acuerdo firmado con Al Burhan en medio de las presiones internacionales. El pacto fue rechazado por parte de sus socios civiles, que denunciaron que suponía dar legitimidad a la asonada, si bien finalmente abandonó el cargo.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Omar Hasán al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.