Reconoce que la aceleración de la inflación en febrero al 5,8% representa una nueva sorpresa negativa
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La invasión de Ucrania por parte de Rusia tendrá un «doble impacto» para la zona euro desde el punto de vista económico, con una mayor inflación y un crecimiento más débil, según ha indicado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, durante su intervención en el ‘V Congreso Nacional de Estudiantes de Economía y Empresa’, organizado por el Consejo de Estudiantes de la Universidad Carlos III.
El exministro español de Economía ha destacado que no se haya producido una tensión extrema de liquidez en los mercados, salvo episodios puntuales, debido a que la economía rusa no es una economía grande y además la exposición de los sistemas financieros, particularmente el europeo, «es bastante limitada», por debajo del 0,3% del total del sistema bancario y no bancario europeo.
Sin embargo, el vicepresidente del BCE ha reconocido que el aspecto más problemático a futuro deriva de la importancia de Rusia en los mercados energéticos, donde ya se ha visto un impacto en unos precios que ya estaban tensionados.
De esta manera, Guindos ha advertido de que esto tendrá «un doble impacto en la economía europea», ya que, en primer lugar se sumará a las tensiones inflacionistas previas, después de una nueva «sorpresa negativa» de la inflación en febrero, con una tasa récord del 5,8%.
Asimismo, el economista español ha señalado un segundo impacto por el debilitamiento del crecimiento de la zona euro a raíz del deterioro de los intercambios y de las importaciones energéticas y su efecto en los precios, reduciendo la renta disponible de las familias y la posición financiera de las empresas.
«El conflicto, a través del canal macro y de la confianza, tendrá un impacto de mayor inflación y menor crecimiento», ha apostillado.
De su lado, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha destacado que el impacto de la invasión rusa de Ucrania para España es relativamente pequeño desde el punto de vista comercial, ya que los intercambios del país con Rusia son pequeños y la dependencia española del gas ruso es menor que la de otros países.
Asimismo, respecto al impacto a través del canal financiero, este no será excesivamente relevante para Europa y en el caso de España aún se verá menos afectada.
«La clave es cómo se trasladará a los precios de la energía y la inflación y eso lleva a reducir la renta de las familias y puede derivar en un menor crecimiento de las economías mundiales y europeas», ha coincidido.