MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Asuntos Exteriores de los miembros del G7 –Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea– han reiterado su condena a la agresión de Rusia a Ucrania, y han enfatizado su compromiso con «la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial» ucraniana.
Tras reunirse en Bruselas, los representantes de la diplomacia de los integrantes del G7 han emitido un comunicado en el que exigen a Moscú que cese «de inmediato» su «asalto» al país vecino, que ha causado ya la muerte de civiles y la destrucción de infraestructuras.
«Con su agresión adicional, el presidente (de Rusia, Vladimir) Putin ha aislado a Rusia en el mundo, como lo demuestra la abrumadora votación en la Asamblea General de Naciones Unidas condenando la agresión de Rusia y exhortándola a retirar sus fuerzas de inmediato», ha remarcado el G7.
En este punto, los ministros han mostrado su solidaridad con las víctimas y han llamado a Rusia a que «cumpla con su obligación de respetar plenamente el Derecho Internacional humanitario y los Derechos Humanos». También han solicitado que se garantice un «acceso seguro» de las agencias humanitarias a Ucrania y se han comprometido con «aumentar el apoyo humanitario, a medida que aumentan las necesidades del pueblo ucraniano debido a la agresión de Rusia».
Por otro lado, tras el ataque en la madrugada de este viernes a la central nuclear de Zaporiyia, los ministros de Exteriores del G7 han exigido a Putin que cese en sus ataques, especialmente los perpetrados contra este tipo de instalaciones, pues estos constituyen «una violación de los principios del Derecho Internacional».
«Haremos rendir cuentas a los responsables de crímenes de guerra, incluido el uso indiscriminado de armas contra civiles, y acogemos con beneplácito el trabajo en curso para investigar y recopilar pruebas, incluso por parte del fiscal de Tribunal Penal Internacional (TPI)», han apuntado.
Además, se han trasladado a las poblaciones rusas y bielorrusas para explicar que las sanciones impuestas a estos dos países «son una consecuencia y una clara reacción a la guerra no provocada e injustificable del presidente Putin (…) y el régimen de (el presidente bielorruso, Alexander) Lukashenko», a quienes han trasladado la «plena responsabilidad por las consecuencias económicas y sociales de estas sanciones».
Finalmente han condenado el «uso generalizado de la desinformación por parte del Gobierno ruso y sus medios afiliados». «Su flujo constante de afirmaciones fabricadas está poniendo en riesgo vidas adicionales. Nos comprometemos a contrarrestar la campaña de desinformación de Rusia», ha concluido el G7.