El Senado de Florida ha aprobado este martes el proyecto legislativo que prohíbe hablar sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas primarias del estado, la conocida como ‘Don’t Say Gay’ (‘No Digas Gay’), y ahora solo falta que el gobernador republicano, Ron DeSantis, rubrique el texto, tal y como ha dicho.
Aprobado el mes pasado por la Cámara de Representantes de Florida, el texto, en palabras de los congresistas demócratas, «va a poner en peligro la seguridad» de los estudiantes y adolescentes de la comunidad LGBTQ.
Entre los detractores está el secretario de Educación, Miguel Cardona, quien ha calificado la normativa de «odiosa» que perjudica «a algunos de los estudiantes más vulnerables», según un comunicado lanzado este martes.
«El Departamento de Educación ha dejado claro que todas las escuelas que reciben fondos federales deben cumplir con la ley federal de derechos civiles, incluyendo la protección contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género», ha recordado Carmona.
Por su parte, los partidarios de la norma defienden que con ella los padres no pierden «su derecho a criar a sus hijos» más allá de las aulas. «Este proyecto de ley reconoce que los progenitores no son el enemigo» y que «simplemente (…) debería haber un límite de edad para ciertas conversaciones», ha remarcado el senador republicano Danny Burgess
Según la ley, el personal docente o terceros tiene prohibido en los centros escolares de educación infantil y primaria hablar sobre orientación sexual o identidad de género, así como impartir dicho contenido «de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes», por lo que la norma podría afectar a otros niveles superiores de educación.
En las últimas semanas se han producido varias manifestaciones estudiantiles en contra de la norma, que se suma a otros textos legislativos y normativas con las que se ha prohibido incluso ciertos libros o colocar la bandera arcoíris en los centros de educación, informa la cadena NBC.
El texto pasa ahora al despacho del gobernador DeSantis, quien ya adelantó que su intención es rubricarlo lo antes posible para que entre en vigor el 1 de julio. «Vamos a asegurarnos de que los padres puedan enviar a sus hijos a la guardería sin tener que inyectar algunas de estas cosas en su plan de estudios escolar», dijo.
