MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Manuel Ibarra Lorente, jefe de Departamento de Inspección y Control de Medicamento de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha defendido que los estudios sobre la eficacia del cannabis medicinal son «de calidad inferior» a los estándares para la aprobación de medicamentos.
«Se ha extendido la idea de que el cannabis tiene múltiples beneficios terapéuticos, como el alivio del dolor crónico, la prevención de náuseas y vómitos o la reducción de la ansiedad y la depresión. Pero está basado en estudios de calidad metodológica inferior a lo que consideramos el patrón estándar, es decir, los ensayos clínicos aleatorizados y controlados», ha esgrimido este martes durante su intervención en la subcomisión de cannabis medicinal del Congreso de los Diputados.
Tal y como ha apuntado, este tipo de ensayos «comparan el tratamiento a estudio con la mejor alternativa conocida en una muestra de población para cuantificar su eficacia».
«Los estudios basados en descripciones de casos o valoración de pacientes individuales no permiten establecer el beneficio-riesgo de un medicamento con las debidas garantías», ha explicado en referencia a la evidencia científica sobre el uso médico del cannabis.
De hecho, ha resumido que «las evidencias disponibles no permiten concluir que el cannabis pueda ser utilizado en todas las situaciones indicadas», a pesar de que «los beneficios que pudiera aportar pudieran superar a los fármacos ya autorizados y de eficacia contrastada».
«Son necesarios datos científicos sólidos para concluir en qué indicaciones podría emplearse. Los programas de uso de cannabis medicinal deben basarse en la evidencia científica disponible para valorar su verdadero beneficio para tratar enfermedades o síntomas», ha insistido.
Al margen de la eficacia o no de estos productos, el dirigente de la AEMPS ha reivindicado que sería «necesario» contar con «un mecanismo para controlar el acceso» a estas sustancias. «Es crucial evitar un uso inapropiado o que se desvíe a otras personas distintas a los pacientes», ha indicado.
Al hilo, considera que la prescripción por médicos especialistas «daría una mayor garantía de que los medicamentos a base de cannabis se prescriben adecuadamente y que no se desvían para uso no médico, así como no se produce consumo excesivo por los pacientes».
Igualmente, ha esgrimido que se debería someter a los mismos procesos regulatorios estrictos que cualquier otro fármaco. «Un programa de uso médico del cannabis tiene que incorporar los elementos regulatorios propios de los medicamentos tanto en su fabricación y proceso, evaluación de eficacia y seguridad como en seguimiento de seguridad. Solo así se puede contribuir a la salud de los pacientes y a la protección de la Salud Pública», ha afirmado.
Lorente ha detallado que en 2021 se realizaron 29 autorizaciones de plantaciones de cannabis en España, que corresponden a unas 25 hectáreas, principalmente para exportación. La AEMPS realiza inspecciones en estos lugares para «asegurar la calidad del procedimiento».
Precisamente ha insistido sobre la «enorme importancia» de vigilar la calidad en este tipo de productos naturales: «Ningún medicamento es inocuo y el cannabis no está exento de ello». En España hay, de hecho, dos medicamentos autorizados que se obtienen a partir de la planta del cannabis y que «están sustentados en el rigor científico», ha recordado el experto. Además, se han aprobado 17 ensayos clínicos con cannabinoides en distintas formas e indicaciones terapéuticas.