MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ha pedido ante el Consejo de Seguridad que «disminuya el dolor y sufrimiento» de los civiles a través de pasos seguros en las zonas activas del conflicto en Ucrania.
«Las partes deben tener cuidado constante para proteger a los civiles, las viviendas y la infraestructura en sus operaciones militares. Esto incluye permitir el paso seguro de los civiles para que abandonen las zonas de hostilidades activas de forma voluntaria, en la dirección que elijan», ha señalado.
Griffiths ha exigido en otra nueva reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania que los civiles, por tanto, sean «respetados y protegidos», así como ha argumentado que es necesario un «paso seguro para los suministros humanitarios».
«Los civiles en lugares como Mariúpol, Járkov, Melitópol y otros lugares necesitan desesperadamente ayuda, especialmente suministros médicos para salvar vidas, como los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está trayendo en los últimos días», ha dicho, agregando que «debe llevarse a cabo de conformidad con las obligaciones de las partes en virtud de las leyes de la guerra».
Asimismo, ha pedido «urgentemente» un sistema de notificación alimentaria para «respaldar la entrega de ayuda humanitaria» en zonas en las que las necesidades son «agudas», como Mariúpol, Járkov o Jersón. Griffiths ha destacado que la respuesta «se está ampliando» también en Vinnytsia, Uzhorod y Leópolis.
«Mi oficina ha enviado un equipo a Moscú para trabajar en una mejor coordinación civil-militar humanitaria que nos permita escalar precisamente para comenzar a establecer un sistema de notificación», ha apuntado, subrayando además que ya ha comentado las prioridades más urgentes con respecto a la ayuda humanitaria a las autoridades ucranianas y rusas.
Griffiths ha ensalzado la labor de los equipos humanitarios de la ONU y ha recordado que, previamente al conflicto, ya habían trabajado en la región del Donbás «proporcionando ayuda a 1,5 millones de personas», algo que «han estado haciendo en silencio y sin fanfarria estos últimos ocho años».
«A medida que lo impensable se convirtió en realidad, la ONU y sus socios humanitarios comenzaron una operación ágil, adaptable y resistente a la situación cambiante», ha apuntado el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios.
«La gente no puede quedarse en casa con las tiendas cerradas, cortes de energía y agua, caída de bombas, teléfonos apagados. No pueden encontrar lo que necesitan, incluso si tienen dinero para pagarlo. Y como hemos visto, incluso mientras las cámaras de televisión ruedan, muchos tampoco pueden huir a salvo en este conflicto», ha resumido.
ULTRAJE MORAL
Por su parte, la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, ha señalado que ha aumentado «la amenada inmediata y real» para cerca de 7,5 millones de niños en Ucrania que no pueden ir al colegio ni hacer una vida normal.
«Lo que les está pasando a los niños en Ucrania es un ultraje moral. Las imágenes de una madre y sus dos hijos y un amigo que yacen muertos en la calle, alcanzados por un mortero cuando intentaban huir para ponerse a salvo, deben conmocionar la conciencia del mundo», ha añadido.
«Para muchos, la vida se ha trasladado a la clandestinidad, ya que las familias buscan seguridad en refugios, subterráneos o sótanos, a menudo durante horas y horas. Las mujeres están dando a luz en salas de maternidad improvisadas con suministros médicos limitados», ha recordado.
Por ello, ha enumerado que los hogares y las escuelas han sido atacados; que hay miles de personas sin agua corriente por la destrucción de la infraestructura civil; que las tiendas están cerradas y las madres no pueden comprar alimentos, pañales o medicamentos o que «millones de personas tienen demasiado miedo de salir a buscar comida o agua debido a los continuos bombardeos y disparos».
«UNICEF entregó 40 toneladas de artículos médicos para salvar vidas de niños y madres en 22 hospitales de cinco de las regiones más afectadas. Este equipo incluía botiquines de partería y obstetricia, botiquines quirúrgicos y de reanimación, concentradores de oxígeno para hospitales en albergues y botiquines de primeros auxilios para los trabajadores de salud de primera línea, suficientes para satisfacer las necesidades de 20.000 niños y sus madres», ha dicho.
Russell también ha resaltado que se han creado espacios seguros en los países de acogida, llamados ‘Blue Dot’, donde los niños y sus familias se registran y pueden disfrutar de apoyo psicosocial, asesoramiento legal básico, ‘kits’ recreativos y productos de higiene.
«El cuidado de crianza temporal y otros cuidados basados en la comunidad proporcionados a través de un sistema gubernamental pueden ayudar a proteger a los niños que han sido desplazados sin sus familias», ha dicho, agregando que «la adopción nunca debe ocurrir durante o inmediatamente después de las emergencias», sino que «debe hacerse todo lo posible para reunir a los niños con sus familias».
Así, ha hecho un llamamiento a las partes para «evitar el uso de armas explosivas en áreas pobladas», que se garantice la seguridad del personal y el equipo humanitario, así como «un alto el fuego y garantías adecuadas para permitir un acceso humanitario seguro».