ROMA, 9 (EUROPA PRESS)
El Papa ha destituido al obispo de Arecibo (Puerto Rico), Daniel Fernández Torres, después de que defendiera la aplicación de la objeción de conciencia sobre las vacunas contra el COVID-19. Francisco ha nombrado como administrador apostólico de la misma diócesis a Álvaro Corrada del Río, hasta ahora obispo Emérito de Mayagüez.
La oficina de prensa del Vaticano ha comunicado el cese, si bien no ha hecho públicas las razones.
Los obispos están obligados a presentar su renuncia al Papa a los 75 años, según establece el canon 401 del Código de Derecho Canónico, la ley de la Iglesia. Si lo hacen antes, suele haber una razón grave que suele ser por motivos de salud. No obstante, en este caso, Fernández Torres, que tiene 57 años, no había presentado su renuncia. Ha sido el Papa quien lo ha cesado, tal y como se recoge en el escueto comunicado del Vaticano.
«El Santo Padre relevó del cuidado pastoral de la diócesis de Arecibo (Puerto Rico) a monseñor Daniel Fernández Torres», se lee en el comunicado.
En un comunicado difundido a mediados de agosto del año pasado, el obispo de Puerto Rico reconoció en su diócesis el derecho de los fieles católicos a la «objeción de conciencia» ante las vacunas contra la COVID-19, y anunció que los sacerdotes y diáconos podrán firmar exenciones para quienes las soliciten. «En nuestra Diócesis de Arecibo, si para hacer valer la objeción de conciencia fuese legítimamente requerida la firma de un ministro ordenado, los sacerdotes y diáconos permanentes que libremente estén dispuestos a firmarla al feligrés católico, que con conciencia bien formada así lo pida, pueden hacerlo o referirlo al Obispado de Arecibo», señaló entonces el prelado.