BARCELONA (AP) — Cuando Alexia Putellas comenzó a patear un balón en una plaza pequeña de su comunidad en España, lo hizo en desventaja, como típicamente ocurre con una niña que sueña con jugar al fútbol en un país que ama este deporte siempre y cuando sea jugado por hombres.
Después de dos décadas de trabajo duro y ante el lento pero constante crecimiento del fútbol femenino en el país, Alexia ha llegado a la cima de su deporte, como ganadora del Balón de Oro.
La mediocampista de 28 años arrasó con los premios individuales relevantes luego de llevar al Barcelona hacia la conquista del triplete de títulos la temporada anterior, incluida su primera Liga de Campeones.
En noviembre, Putellas, obtuvo el Balón de Oro. Tomando en cuenta ambas ramas, sólo un futbolista de España había recibido el honor: Luis Suárez, en 1960.
Asimismo, Putellas fue nombrada la Jugadora del Año por la UEFA en agosto y obtuvo el premio The Best de la FIFA en enero.
Aunque nunca se sintió discriminada por los chicos con los que jugaba durante su niñez en Mollet del Vallès, cerca de Barcelona, Putellas sí tuvo que soportar un trato de segunda categoría, como les ocurre a las niñas que quieren convertir el fútbol de un pasatiempos en una profesión.
“Yo he vivido el entrenar en los peores, en los peores horarios, con entrenadores que realmente eran padres o familiares de jugadoras, entonces al final desde bien pequeña no te forman”, comentó Alexia a The Associated Press durante una entrevista en el centro de entrenamiento del Barcelona.
“Ahora es todo lo contrario. Por eso siempre digo que las niñas que ahora tienen 12 y 14 años, que están formándose, cuando lleguen a la élite será mucho mejor que nosotras, porque esas condiciones que tienen nosotras no las hemos tenido y hemos conseguido alcanzar este nivel”, explicó. “Entonces imaginemos lo que van a a conseguir la siguiente generación con esas herramientas. Yo creo que va a ser algo muy, muy bonito”.
Estremecido por la partida de Lionel Messi, el equipo masculino pasa penurias, con una deuda estratosférica y un cambio desatado por el escándalo en su presidencia.
El conjunto de mujeres ha dado una noticia positiva que necesitaba con urgencia un equipo que tradicionalmente conquista campeonatos.
De entre las ruinas, emergió Alexia como estrella del club.
En un plantel cuyo talento incluye a Jenni Hermoso y a Lieke Martens, Alexia se destacó gracias a su definición, buen toque, talento para pasar y liderazgo sereno. Convirtió un penal y aportó una asistencia en la goleada de 4-0 que el Barcelona le recetó al Chelsea en la final de la Liga de Campeones, pese a jugar con una lesión de isquiotibiales.
Marcó dos tantos en el duelo por el título de la Copa de la Reina, y anotó 18 goles en la liga española para que el Barça ratificara su cetro.
“Al final lo sufres, porque lo sientes igual que sufre cualquier culé. Nosotros estábamos igual”, refirió la jugadora acerca de los problemas recientes del club. “Pero teníamos la oportunidad de dar alegría también en estos momentos que estaban siendo complicados. Y a eso nos dedicamos, a seguir con nuestra idea, con nuestras, con nuestro juego, con nuestras victorias y dentro de lo que estuviera en nuestra mano, poder ayudar un poco a ser un poco más felices a los culés”.
Durante la década que ha pasado con el Barcelona, Alexia ha vivido los años de vacas flacas, sin títulos. Ahora, la situación es distinta, y el conjunto catalán se ha convertido en una potencia europea también en el fútbol de mujeres.
En la presente campaña, el conjunto catalán aplasta a la competencia en la liga y se prepara para jugar en el Camp Nou con aficionados en el graderío por primera ocasión en este mes. Enfrentará al Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Además de mantener al Barça en la cima, Alexia quiere que España culmine su gran progreso de los años recientes con un título. La próxima Eurocopa en Inglaterra será la primera oportunidad.
Alexia aplaudió la victoria legal de la selección estadounidense, la cual logró que la federación de su país se comprometiera a entregar una paga equitativa respecto de la que obtiene el equipo masculino.
“Creo que ha llegado tarde. Sinceramente sé que son muchos años que llevan peleando y lo típico de cuando pasan estas cosas es escuchar el ‘pero no lo generan’”, dijo Putellas en referencia a los ingresos. “No, no, es que en este caso generan más… No tenía ningún tipo de sentido. Generan más que los hombres. Entonces es como ése, ese tópico te lo tumban fácil. Encima son tres veces campeonas, tres o cuatro de Mundial. No tenía sentido que no estuvieran equiparados”.
Pero la equidad salarial luce lejos para Putellas y sus compañeras.
“Aquí en España aún lo veo un poco lejos. Puede ser que llegue, no sé si lo voy a ver”, comentó. “Yo también te lo digo, es muy diferente. La realidad es muy diferente porque es relativamente pronto… Llevamos pocos años en la élite, en el fútbol femenino y en España, cuando Estados Unidos, países nórdicos, Alemania llevan muchísimos años más en cuanto a ayudas y en creer en el deporte femenino. La realidad es ésa”.