TEGUCIGALPA (AP) — Un exjefe de la Policía Nacional de Honduras que era buscado por Estados Unidos por cargos de narcotráfico fue arrestado el miércoles, confirmó a The Associated Press el ministro de Seguridad hondureño, Ramón Sabillón.
Juan Carlos Bonilla Valladares se desempeñó como el principal oficial de policía del país en 2012 y 2013 y enfrentó denuncias de abusos contra los derechos humanos durante su tiempo al mando. El arresto se produjo en el sector de Zambrano, a 43.7 kilómetros al norte de la capital, cuando pretendía cruzar un peaje a bordo de una camioneta de lujo. Posteriormente fue trasladado a la Secretaría de Seguridad.
El proceso de extradición contra Bonilla inició en mayo de 2021, cuando Estados Unidos, a través de la Corte del Distrito Sur de Nueva York presentó cargos de narcotráfico en su contra e hizo la petición a Honduras.
Los fiscales estadounidenses lo acusan de haber usado su posición de poder cuando fue jefe de la Policía para facilitar el tráfico de cocaína a grupos conectados con el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, arrestado el 15 de febrero pasado señalado por narcotráfico y solicitado en extradición por Estados Unidos.
La acusación contra Bonilla también señala que ordenó el asesinato de un traficante rival para proteger las actividades de narcotráfico que beneficiaban al presidente Hernández y a su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, declarado culpable y condenado a cadena perpetua de tráfico de drogas en un juicio en Nueva York.
“Tal y como se dice aquí, en nombre del acusado excongresista Tony Hernández y de su hermano, el presidente, Bonilla Valladares controló el cargamento de múltiples toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, usó ametralladoras y otras armas para lograr eso y participó en extrema violencia”, dijo en su momento en un comunicado el fiscal del distrito de Manhattan, Geoffrey Berman.
La acusación formal asegura que durante años traficantes de drogas pagaron sobornos a políticos y miembros de la policía, incluido Bonilla, para que aseguraran que sus operaciones de tráfico de drogas fluyeran sin problemas.
Bonilla siempre negó los cargos y aseguró estar dispuesto a comparecer en cualquier instancia en Honduras o en Estados Unidos para demostrar su inocencia.
Cuando fue nombrado director de la policía hubo informes internos que acusaron a Bonilla de haber liderado escuadrones de la muerte. Se le acusó de al menos tres asesinatos o desapariciones forzadas entre 1998 y 2002. Después fue juzgado por un asesinato pero no fue inculpado.
Tras llegar Hernández a la presidencia, Bonilla fue destituido de su puesto como jefe de la policía.
Juan Orlando Hernández fue mencionado repetidamente en las acusaciones de la fiscalía contra hondureños que supuestamente participaban en el tráfico de drogas.
En octubre, un jurado declaró culpable de tráfico de drogas a Tony Hernández en un juicio que salpicó al mandatario, ya que los fiscales dijeron que el presidente recibió fondos de narcos para financiar sus campañas electorales y comprar los votos de diputados para lograr ser presidente del Congreso y más adelante del país.
En el 2019 los fiscales acusaron al presidente de usar 1,5 millón de dólares del tráfico de drogas para lograr ganar la presidencia en 2013.