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Nuevos indicios de un creciente apoyo hispano a republicanos

Un cartel en inglés y español indica dónde votar en San Antonio (Texas) el 14 de febrero del 2022. El electorado del sur de Texas, una región con una enorme comunidad hispana, registró una participación sin precedentes en las primarias republicanas (Eric Gay/AP)

WASHINGTON (AP) — Apenas 45 residentes del Starr County de Texas votaron en las primarias republicanas del estado hace dos años. La semana pasada, sin embargo, casi 1.100 republicanos acudieron a las urnas en un condado escasamente poblado, mayormente hispano, junto a la frontera con México.

En todo el sur de Texas, históricamente un bastión de los demócratas, se notó un aumento en la participación de los hispanos. En cinco condados de la frontera con México, casi 30.000 personas votaron en las primarias republicanas, lo que representa un aumento de más del 25% en su participación respecto al 2020.

La votación de Texas, que pone en marcha la campaña con miras a las elecciones de mitad de término de noviembre, asoma como una señal de alarma para los demócratas, que tienen una tenue mayoría en las dos cámaras del Congreso. El creciente apoyo hispano a los republicanos que se percibió durante la presidencia de Donald Trump podría ser un fenómeno político duradero y forzar a los demócratas a replantear su estrategia electoral.

El impacto se siente mucho más allá de Texas. En el sur de la Florida, donde los demócratas perdieron dos bancas en la cámara baja en el 2020 que habían conquistado en el ciclo previo, algunos dicen que el partido debe reanudar esfuerzos que fueron interrumpidos durante la pandemia. Y, más que nada, deben prestar más atención a las prioridades de los votantes hispanos y no dar su voto por descontado.

“Se refuerza la imagen de elitista que tanto combaten los demócratas”, comentó Devon Murphy-Anderson, exdirector de finanzas del Partido Demócrata de Texas. “No puedes apuntarle a una persona con tu mano y decirle, ‘sabemos lo que más te conviene. Lo que más te conviene es nuestro candidato’”, manifestó Murphy-Anderson, cofundador de Mi Vecino, una agrupación demócrata de la Florida que planea invertir al menos 2,3 millones de dólares en las elecciones de noviembre y empadronar un mínimo de 30.000 votantes nuevos en áreas con una fuerte población hispana.

En términos generales, los hispanos siguen apoyando a los demócratas por amplios márgenes. El 59% de ellos votó por Joe Biden en el 2020 y solo el 38% lo hizo por Trump. Los demócratas, no obstante, perdieron votos respecto a los comicios presidenciales del 2016, en que Hillary Clinton sacó el 76% del voto hispano, según el Pew Research Center.

Kellyanne Conway, directora de la campaña de Trump del 2016 y asesora del exmandatario, dijo que en la reunión del Comité Nacional Republicano del fin de semana pasado informó acerca de los progresos de los republicanos entre los hispanos.

“La izquierda los ve como votantes interesados solo en el tema de la inmigración”, dijo Conway. Agregó que Trump conquistó votos hispanos abordando temas como la creación de empleos, la educación y las tradicionales creencias religiosas. “Hubo una conexión intelectual, económica y espiritual con ellos”, sostuvo Conway.

Abel Prado, director ejecutivo de la organización Cambio Texas del Río Grande Valley, reconoció que los republicanos intensificaron sus campañas de reclutamiento de hispanos y pueden haber registrado algunos progresos en la participación. “Pero si analizas los números, seguimos superándolos 3 a 1”, añadió.

Afirmó asimismo que los esfuerzos republicanos podrían perjudicarlos, movilizando a los demócratas.

“Esperemos que los malos titulares alienten a los candidatos a invertir más en el Río Grande Valley”, declaró. “Los republicanos están invirtiendo mucho dinero en el Valley, sin arrepentimientos. No pasa lo mismo con los demócratas”.

Mayra Flores, que ganó la nominación para un escaño vacante en el sur de Texas la semana pasada, dijo que Trump “desempeñó un papel muy importante” y ganó votos hispanos al catalogar a los demócratas de socialistas. Pero agregó que el apoyo hispano no depende exclusivamente de Trump. Dijo que ella estableció una conexión personal con el electorado.

“Finalmente vieron una republicana que se parece a ellos, que tiene una historia como la de ellos y los mismos valores”, expresó Flores, quien nació en México y vino a los Estados Unidos a los seis años. El distrito de Flores incluye la ciudad fronteriza de Brownsville.

La buena participación de los hispanos en las primarias republicanas podría desmentir el argumento que vienen usando los demócratas desde hace décadas en el sentido de el fuerte crecimiento de la población hispana haría que los demócratas conquistasen Texas. Esa tendencia hizo que California, un estado históricamente republicano, sea hoy dominado por los demócratas.

Flores votó por Barack Obama en el 2008, pero posteriormente se hizo republicana, convencida de que ese partido representaba mejor los valores tradicionales de su comunidad respecto a la familia y la religión.

Dice que los hispanos a menudo votan por los demócratas por hábito más que por convicción.

“Lamentablemente, la mayoría de la gente no sabía por quién votaba”, señaló.

Flores dijo que el Comité Nacional de Campañas Republicano se comprometió a apoyarla financieramente a pesar de que no es la favorita. Su rival en noviembre será el representante demócrata Vicente González, que tras cambiar de distrito sacó más de 23.000 votos, más del doble que Flores.

La población de Texas aumentó más que la de ningún otro estado entre el 2010 y el 2020, llegando a los 29,1 millones de habitantes. Ese crecimiento poblacional fue impulsado sobre todo por los hispanos. Trump recibió el 35% del voto hispano a nivel nacional en el 2020, más o menos el mismo porcentaje que en Texas, de acuerdo con AP VoteCast, organización que estudia el electorado.

VoteCast, sin embargo, indicó que Trump ganó terreno en algunos estados, incluidos la Florida (sacó el 45% del voto hispano) y Nevada (42%). En la Florida también hubo un fuerte crecimiento de la población hispana, según el censo, pero Trump ganó el estado dos veces y los republicanos se quedaron con los escaños de las representantes demócratas Donna Shalala y Debbie Mucarsel-Polell en Miami en el 2020.

Juan Carlos Planas, abogado especializado en asuntos electorales y ex representante estatal republicano de la Florida que se pasó a las filas demócratas, dijo que los demócratas deberán recuperar el terreno perdido de aquí al 23 de agosto, fecha de las primarias.

“Las cosas no pintan bien hoy, pero nadie sabe lo que va a pasar”, opinó. “¿Pienso que los demócratas tienen que empadronar más gente? Sí, totalmente. Hay que movilizarse a nivel de base”.

A Trump le fue muy bien entre los cubanos del sur de la Florida y además redujo la ventaja de los demócratas en Miami-Dade en el 2020.

El gobernador de la Florida Ron DeSantis, quien buscará la reelección y es un potencial candidato a la presidencia en el 2024, organizó mesas redondas para apoyar las protestas antigubernamentales que hubo en la Cuba comunista el verano pasado. El gobierno de Biden, por otro lado, está buscando un acercamiento con el gobierno socialista de Venezuela después de suspender las importaciones de petróleo de Rusia, lo que podría restarle votos en la fuerte comunidad venezolana de la Florida.

Dan Smith, profesor de ciencias políticas de la Universidad de la Florida, dijo que el electorado de sectores con mucha población cubana no apoyó con fuerza a Trump en el 2016, pero sí lo hizo en el 2020.

“Es cierto que los demócratas perdieron la ventaja que tenían”, dijo Smith, quien cree que la estrategia republicana de catalogar a los candidatos demócratas de socialistas fue muy efectiva entre los exiliados cubanos y venezolanos.

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Gómez Licón informó desde Miami. Hannah Fingerhut colaboró en este despacho.

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