SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, México (AP) — Más de 5.000 simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional marcharon el domingo por varias ciudades del estado mexicano de Chiapas para mostrar su rechazo al capitalismo y la invasión rusa de Ucrania, para cuyo pueblo planean recabar fondos.
El EZLN es una guerrilla que se alzó en armas en el sur de México en 1994. Nunca depuso las armas, aunque desde hace décadas optó por el activismo social y la autogestión de sus territorios.
Con gritos de “no a la guerra” y vivas a la resistencia, hombres y mujeres indígenas con los rostros cubiertos por pasamontañas recorrieron las calles de San Cristóbal de las Casas y otros municipios de este estado del sur de México repartiendo volantes, en los cuales exhortaban a los mexicanos a unirse y organizarse contra “la guerra del capitalismo que asesina y conquista al pueblo ucraniano por intereses económicos, políticos e ideológicos”.
“Sin dobleces, gritamos y llamamos a gritar y exigir: Fuera el Ejército Ruso de Ucrania”, declaró su comandancia a principios de marzo en un comunicado firmado por el subcomandante Galeano — antes subcomandante Marcos— y el subcomandante Moisés.
En el escrito mostraban también su apoyo al pueblo ruso que se opone a la guerra y llamaban «a apoyar económicamente la resistencia en Ucrania en las cuentas que nos indicarán en su momento”.
El Ejército Zapatista, que cuenta con el apoyo de cientos de comunidades rurales de diferentes pueblos originarios, mantiene fuertes vínculos con colectivos internacionales y tiene un discurso muy crítico hacia el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que acusa de engañar a los mexicanos al hablar en favor de los indígenas pero actuar contra ellos impulsando megaproyectos que destruyen sus territorios —como el llamado Tren Maya en la península de Yucatán_, o menospreciando a defensores de los derechos humanos.
Critica también, por ejemplo, que el presidente exigiera a España pedir perdón por la conquista de México.
“No tienen por qué pedir que les perdonemos nada”, señaló la agrupación en un comunicado el año pasado. «Ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso”.