Pedersen recalca que los sirios «siguen sufriendo de forma profunda» tras once años de guerra
La UNRWA alerta del deterioro de las condiciones de los refugiados palestinos en Siria
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha pedido a las partes en conflicto en Siria una «solución política» para poner fin al conflicto y ha incidido en que «una solución militar es un espejismo», al tiempo que ha alertado de que la situación humanitaria «está empeorando» tras once años de guerra en el país árabe.
«Mientras el conflicto entra en su duodécimo año, lo que supone otro hito nefasto, los sirios siguen sufriendo de forma profunda y las complicaciones sólo se ahondan», ha dicho el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, quien ha pedido al Gobierno, a la oposición y a los «actores internacionales» que trabajen para aplicar la resolución 2254 del Consejo de Seguridad.
Así, ha hecho hincapié en que «está claro para todos» que el conflicto no tiene una solución militar y ha recordado que «no ha habido cambios en las líneas de frente durante los dos últimos años». «Hacemos frente a un estancamiento continuado y, al mismo tiempo, vemos unas necesidades humanitarias crecientes y un colapso socioeconómico», ha alertado.
Pedersen ha argumentado que «la forma de salir de este impasse es que las partes logren una solución política que pueda poner fin al sufrimiento del pueblo sirio, restaure la soberanía de Siria y permita al pueblo sirio determinar su futuro». «Esto es perfectamente alcanzable si hay voluntad política, y hay verdaderos pasos al alcance de las partes que podrían generar confianza», ha añadido.
En este sentido, ha mostrado su satisfacción por la próxima reunión en Ginebra del Comité Constitucional y ha defendido la necesidad de avanzar «de forma sustancial» en su mandato, al tiempo que ha apostado por «intentar lograr un verdadero alto el fuego a nivel nacional».
«Con la continuada amenaza del terrorismo internacional, las partes tienen un interés compartido y un deber de cooperar contra él. Con las crecientes necesidades humanitarias y el empeoramiento de las condiciones económicas, y con tanta parte del país destruida, es esencial que todas las partes adopten medidas para revertir estas tendencias negativas y avanzar hacia una recuperación temprana», ha explicado.
Pedersen ha pedido además «mayores pasos» a la hora de abordar la situación de los detenidos, secuestrados y desaparecidos y ha hecho hincapié en que «si los refugiados y desplazados internos van a volver de forma voluntaria y con seguridad y dignidad, es necesario un ambiente calmado y neutral sobre el terreno, así como un mayor apoyo de los donantes».
«En resumen, creo que una serie de medidas recíprocas para generar confianza en la resolución 2254 podrían ser aplicadas en paralelo, paso a paso, mientras se construye un proceso político amplio para hacer frente a todos los asuntos en la resolución para lograr su aplicación total», ha defendido.
«Mi llamamiento sincero a las partes sirias y a todos los actores internacionales clave es trabajar con los esfuerzos de la ONU para ayudar a avanzar en este objetivo compartido», ha zanjado Pedersen, según un comunicado publicado por su oficina a través de su página web.
LA UNRWA DENUNCIA UN AUMENTO DE LA VIOLENCIA
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha denunciado que la guerra en Siria se ha caracterizado por un aumento de la violencia y una crisis humanitaria cada vez más profunda en los últimos meses.
El organismo ha recordado que ya antes del inicio de la guerra, los refugiados palestinos en Siria hacían frente a unas tasas de pobreza más elevadas que el resto de la población, si bien ha incidido en que en la actualidad el 82 por ciento de los 438.000 refugiados palestinos que se calcula que permanecen en Siria viven con menos de 1,9 dólares al día.
De esta forma, ha destacado que el 95 por ciento se encuentran en necesidad de ayuda humanitaria y ha añadido que más del 60 por ciento han sufrido múltiples y prolongados desplazamientos internos a lo largo de la guerra. Así, el 40 por ciento se encuentra desplazado en Siria, mientras que 29.000 personas han huido a Líbano y otras 19.000 lo han hecho a Jordania.
A ello se suma que los campamentos de Yarmuk, Daraa y Ein el Tal, que anteriormente acogían a más del 30 por ciento de los refugiados palestinos en Siria, han quedado casi totalmente destruidos. A mediados de 2021, 480 familias vulnerables refugiadas de Palestina habían regresado a Yarmuk a pesar de la falta de servicios básicos e infraestructura.
«Las imágenes sobrecogedoras de la destrucción en el campamento Yarmuk siguen en mi mente, incluso unos meses después de visitar Siria», ha dicho el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini. «Ver a los niños y niñas con uniformes escolares rosas y azules que salían de los escombros para subirse a un autobús escolar era surrealista», ha agregado.
La UNRWA ha detallado que el 40 por ciento de sus aulas han quedado destruidas, mientras que casi el 25 por ciento de los centros sanitarios que gestiona han quedado inutilizados.
La situación se verá ahondada por la guerra en Ucrania, país que exporta una gran cantidad de trigo al país, en medio de un drástico aumento de la inflación y los precios durante los últimos meses. «Ya veníamos viendo un aumento de la inflación a principios de este año del 140 por ciento y ha subido», ha constatado Hanny Megally, miembro de la Comisión de Investigación de la ONU para Siria.
«Estamos viendo subir los precios de los productos básicos y el combustible. La mayor parte del trigo importado de Siria proviene de Ucrania o Rusia, por lo que estamos muy preocupados de que la guerra en Ucrania tenga un impacto negativo en Siria», ha zanjado.
