BANGKOK (AP) — Mientras la guerra de Rusia en Ucrania acapara la atención internacional, las fuerzas armadas de Myanmar están agrediendo a civiles en ataques aéreos y terrestres a una escala sin precedentes en el país desde la Segunda Guerra Mundial, según un veterano trabajador humanitario que pasó casi tres meses en una zona de combate en la nación del sureste asiático.
David Eubank, director de Free Burma Rangers, una organización de ayuda humanitaria, dijo a The Associated Press que los aviones y helicópteros militares realizan frecuentes ataques en las zonas del este de Myanmar donde él y sus voluntarios operan, llevando ayuda médica y alimentaria a los civiles atrapados en el conflicto.
Las fuerzas terrestres también disparan artillería de forma indiscriminada, comentó, lo que ha provocado que miles de personas abandonen sus hogares.
Un vídeo grabado por los miembros de su grupo incluye imágenes poco frecuentes de repetidos ataques de la aviación militar de Myanmar en el estado Kayah —también conocido como estado Karenni_, causando la muerte de varios civiles.
Manny Maung, un analista de Human Rights Watch, le dijo a la AP que los ataques aéreos constituyen “crímenes de guerra”.
La junta militar de Myanmar se hizo del poder el año pasado, derrocando al gobierno democráticamente elegido de Aung San Suu Kyi. Después de que las fuerzas de seguridad reprimieran violentamente grandes manifestaciones pacíficas que se oponían a la toma del poder, miles de personas de a pie formaron unidades de milicia, denominadas Fuerzas de Defensa del Pueblo, para contraatacar.
Muchas de ellas están vagamente aliadas con grupos armados de minorías étnicas bien establecidos, como los karenni, los karen y los kachin, que llevan más de medio siglo luchando contra el gobierno central, en busca de una mayor autonomía en las regiones fronterizas.
A pesar de su abrumadora superioridad numérica y de armamento, los militares no han logrado aplastar este movimiento de resistencia de base. Ahora el Ejército ha intensificado los ataques, aprovechando las condiciones secas del verano.
Eubank describió los combates que había visto como probablemente los peores en Myanmar desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el país era una colonia británica aún conocida como Birmania y estaba en gran parte ocupada por los japoneses.